Se dispara la tensión bélica entre Turquía y las fuerzas de Hafter en Libia
Se denunció la llegada de aviones de combate rusos a la ciudad de Trípoli
La tensión bélica entre Turquía y el general Jalifa Hafter, tutor del gobierno no reconocido en el este de Libia y hombre fuerte del país, se disparó hoy después de que responsables del Gobierno de Acuerdo Nacional sostenido por la ONU en Trípoli (GNA) denunciaran la llegada a Libia de ocho aviones de combate rusos en ayuda del controvertido oficial.
Fuentes de Inteligencia vinculadas al GNA indicaron a Efe que seis aparatos clase Mig-29, y dos tipo Sukhoi24 aterrizaron en el este como parte de un plan para intensificar los ataques contra sus intereses desde la base aérea que las fuerzas de Hafter (LNA) tiene en el oasis de Jufrah, en el centro del país.
La información, que no ha sido confirmada por fuentes independientes ni negada por el gobierno en el este ni por el Kremlin, fue avanzada esta madrugada por el ministro de Interior del GNA y hombre fuerte del gobierno sostenido por la ONU desde 2016, Fathi Bashagha.
Los aviones "llegaron al este procedentes de la base aérea siria de Hmeimim escoltados por dos cazabombarderos rusos clases SU-35", señaló el ministro sin mostrar evidencias.
La denuncia ha intensificado la tensión bélica en Libia, que crece día a día desde que el lunes fuerzas bajo el mando del GNA reconquistaran la base aérea de Al Watiya, esencian en el asedio a la capital, en su mayor victoria militar desde que en abril de 2019 el mariscal lanzara su operación para la conquista de Trípoli.
El curso de la guerra cambió a principios de este año, según los expertos gracias a la intervención de Turquía que decidió enviar soldados y cerca de 9.500 mercenarios sirios en auxilio del gobierno sostenido por la ONU.
El martes, el GNA anunció la destrucción de tres unidades antiaéreas clase Patsir de fabricación rusa tanto en el frente del oeste como en los alrededores de la ciudad costera de Sirte, 450 kilómetros al este de la capital
Este miércoles, y en un comunicado enviado a la cadena estadounidense Bloomberg, el coronel Saqr Al-Jaroushi, aseguró de que el LNA prepara "el ataque aéreo más grande de la historia de Libia" y advirtió que considera que Turquía es "un objetivo legítimo".
En respuesta, Ibrahim Kalin, portavoz del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció que su país responderá a cualquier agresión de "manera contundente".
Y subrayó que Turquía está preparada para defender sus posiciones y las áreas bajo su protección utilizando drones y buques de guerra desplegados cerca de Trípoli.
Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyera militarmente a la victoria de los diversos grupos rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi.
Desde que en abril de 2019 Hafter pusiera cerco a la capital para arrebatársela al GNA, –impuesto tres años antes por la ONU tras su fallido plan de paz– el enfrentamiento fratricida se ha tornado en un conflicto multinacional privatizado sin Ejércitos, librado por milicias locales y mercenarios extranjeros contratado por ambas partes.
Mientras el GNA tiene el apoyo de Turquía, Italia y Qatar, Hafter recibe el respaldo de de mercenarios rusos, sudaneses, chadianos y sirios, además de la ayuda económica y militar de Jordania, Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Rusia y Francia.