La imagen de un presidente en la playa, Portugal rompe moldes en plena pandemia
El mandatario luso, conocido por su acercamiento con la gente, lanzó un mensaje con su acción: la reactivación de un turismo seguro en sus costas
Sale de la playa con la mascarilla, sin camiseta, en bañador, con las deportivas en la mano y se sienta en un banco del paseo marítimo de Cascais para limpiarse la arena. Todo normal, salvo que es el jefe del Estado de Portugal, otro nuevo documento gráfico que es oro promocional para el turismo luso.
Marcelo Rebelo de Sousa, presidente de Portugal, aprovechó el fin de semana para zambullirse en las aguas de la costa atlántica y, fiel a su imagen de un ciudadano más, su pose en la playa de la Bahía de Cascais se ha convertido en verdadero reclamo del turismo luso, sumido en plena incertidumbre veraniega a causa de las restricciones del Covid-19.
Sin convocatoria de prensa, Marcelo, como le llaman en el país luso, se “infiltró” en el arenal entre decenas de toallas y fue uno más.
Sin embargo, a pesar de las normas de distanciamiento social, tuvo que posar ante los numerosos portugueses que le reclamaron un “selfie”.
Su salida del agua fue la de un ciudadano cualquiera que busca un banco en el paseo marítimo para quitarse la arena de los pies antes de irse a casa. Y así lo hizo el jefe del Estado, eso sí, ante la admiración de cuantos lo reconocieron.
Portugal quiere que el turismo sea uno de sus grandes motores económicos, a pesar del covid-19, para que el verano no pase en balde, por lo que las playas han de ser un reclamo tanto para portugueses como para visitantes de otros países que puedan llegar en las próximas semanas, una vez que haya un tránsito menos restringido por las fronteras.
El mensaje de Portugal es cristalino: turismo seguro y relajado en todas las costas de Portugal, donde el 6 de junio y en plena fase de desescalada empezará la temporada de baño.