Miles de fieles en primeras oraciones semanales en plena pandemia en Irak
Concentrados delante de la principal mezquita de Sadr City, los creyentes debían llevar mascarilla y someterse a controles de temperatura para poder acceder al patio de la mezquita, donde varios voluntarios les proporcionaban desinfectante

Varios miles de partidarios del influyente líder chiita, Moqtda Sadr, se congregaron el viernes en una mezquita del este de Bagdad para las primeras oraciones colectivas desde la aparición del nuevo coronavirus en Irak.
Las reuniones de fieles en las mezquitas llevaban prohibidas seis meses, pero Moqtda Sadr anunció el miércoles que organizaría oraciones al aire libre en su bastión de Bagdad.
Concentrados delante de la principal mezquita de Sadr City, los creyentes debían llevar mascarilla y someterse a controles de temperatura para poder acceder al patio de la mezquita, donde varios voluntarios les proporcionaban desinfectante.
"Llamamos a todo el mundo a que respete la distancia física y a protegerse contra el virus", dijo el imán de la oración al inicio de su breve sermón.
Moqtada Sadr publicó en Twitter esta semana una lista de restricciones para el evento, entre las que pedía mantener una distancia de exactamente 75 centímetros entre fieles y que los sermones no duraran más de 15 minutos.
El viernes había previstas igualmente otras oraciones colectivas en mezquitas en la ciudad santa de Nayaf.
Pero la mayor autoridad chiita del país, el gran ayatola Alí Sistani, aún no reanudó sus sermones semanales.
Irak es uno de los países más afectados por el nuevo coronavirus con cerca de 280 mil casos confirmados y más de 7.800 muertes, en un país con un precario sistema de salud.
Las medidas de confinamiento fueron levantadas en julio. Las autoridades ya solo imponen un toque de queda nocturno de unas horas y reabrieron los aeropuertos.
Pese al incremento del número de contagios diarios de covid-19, el gobierno anunció el lunes que los restaurantes podían acoger de nuevo si respetaban los protocolos sanitarios, y que los eventos deportivos podían reanudarse, pero sin espectadores.