Apostas llega a Brasil con su nuevo portal de casas de apuestas
Tal vez emocionarse ahora, de grande, sea cosa chiquita. No sé. Quién te dice. A lo mejor la emoción es sencillamente un cable extenso que recorre nuestra vida desde la niñez a la bendita adultez. No sé, quién te dice. Hoy a los 56, lo veo desde un costado más huérfano sensorialmente. Una edad en que ya habría que haber comprendido las cosas muchísimo tiempo atrás para recién soslayarme de hacerlo mucho más adelante. Pero, lo sigo haciendo. Sigo emocionándome con algunas jugadas y jugadores. Los cumpleaños siguen aportándome confusión. Por ejemplo, ¿cómo es posible que algunos jugadores que veía grandes cuando era chico, ahora sean menores que yo?. Ahora mismo lo veo jugar a Messi y a Neymar, veo esa brillantez atemporal completa. Esos dos pueden llegar a los 50, tranquilamente, y seguir metiendo goles arrastrando las marcas. No sé, quién te dice.
Ese día, a los 10 años y rebotando la bola livianamente en el jardín de la vecina, llegué a tener una claridad meridiana sobre el tiempo. Sí, cuando es chico las percepciones suelen aterrizar de manera muy clara. En el barrio salían cual jauría los chicos. Ensanchar amuchados pases en largo. Toda la cuadra era nuestra. Todo el barrio era nuestro. Se nos iba el tiempo. Qué es sino una ilusión como planteó Einstein, ¿no?. Nuestras madres podían socorrer ante otras cuestiones no tan urgentes a las nuestras. Teníamos total autonomía. Esos momentos eran nuestros y el tiempo jugaba de aliado. No sé, quién te dice.
Ahora lo sigo a Messi y Neymar en https://www.iapostas.com/br/. Nunca sabré si, al fin y al cabo, el reloj nos envía señales engañosas. Pero juro y perjuro que estos astros del fútbol para mí ni siquiera tienen la edad que dicen tener. Aparentan una edad y tienen otra. Algo parecido vimos los coetáneos de Andrea Pirlo, el tano. Tipo al que prácticamente no le vi equivocarse en los pases. La otra posibilidad remota, muy lejana, es que hayan hecho un pacto con la eternidad. Si el tiempo es eso, simplemente una ilusión, farsa montada, embuste y relatividad. Algo de eso debe haber, sí. Todo mezclado. No sé, qué se yo.
¿En qué deportes apostar?
El singular rey del deporte en Brasil es el fútbol. Notablemente, con mucha más intensidad que en otros países. Forma parte inalienable de la cultura del país y los brasileños se contentan con ello.
Si bien no es menos cierto que la oferta deportiva online sea más amplia todavía como en el resto de la región.
Probablemente, lo normal venga por apostar en la liga brasileña si uno es residente de Brasil, aunque, uno puede tener experticia en cualquier liga internacional de cualquier parte del mundo.
Siempre será aconsejable realizar una preparación exhaustiva a la hora de ensayar alineaciones tácticas, estadísticas o cualquier otro concepto que pueda incidir en el desarrollo y resultado del partido.
Las casas de apuestas deportivas online del mercado brasileño cuentan con sistemas de seguridad confiables de primer nivel y esa es la mayor prenda de protección de los usuarios.