Un intruso intentó asesinar a la reina Isabel en Windsor
Según el diario The Sun, el individuo buscaba venganza por una matanza de 1919

El hombre detenido el sábado tras haberse infiltrado con una ballesta en el recinto del castillo de Windsor, residencia de Isabel II al oeste de Londres, dijo en un video que quería “asesinar a la reina”, indicó ayer el tabloide británico The Sun.
El hombre de 19 años vivía en Southampton, en el sur de Inglaterra, y fue detenido el sábado después de que se activaran las alarmas.
Isabel II, de 95 años, pasaba las fiestas de Navidad en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres, que es ahora su residencia principal.
El domingo, la policía indicó que el hombre había sido internado en un centro psiquiátrico.
El diario The Sun publicó imágenes de un vídeo supuestamente divulgado en la cuenta de Snapchat del sospechoso minutos antes de que se introdujera en el recinto.
En el video, se ve al individuo con una ballesta y vestido con un suéter negro con capucha. Detrás de una máscara blanca se le oye decir: “Siento lo que he hecho y lo que voy a hacer. Intentaré asesinar a la reina Isabel”.
Con aparentes referencias a la saga de La Guerra de las Galaxias, se presenta como un indio sij y dice que busca “venganza” por una masacre cometida en 1919 por las tropas británicas contra manifestantes en la India.
Aunque no confirmó la autenticidad de esa grabación, la policía londinense dijo que "los investigadores están evaluando el contenido de un video".
Los intentos de entrar en Windsor o en el Palacio de Buckingham, la residencia habitual de la reina, situada en el corazón de Londres, no son inusuales.
HASTA EL DORMITORIO
El más espectacular ocurrió en 1982, cuando un hombre de 30 años, Michael Fagan, consiguió entrar en el dormitorio de la Reina mientras estaba en la cama.
El hombre, desempleado y padre de cuatro niños, consiguió evadir las alarmas electrónicas, a la guardia real y a la Policía de palacio.
Este fue su segundo intento victorioso de acceder al palacio; en el anterior, que tuvo lugar apenas tres semanas antes, entró al palacio por una claraboya abierta del techo y deambuló por los pasillos más de media hora. Se dio tiempo para contemplar los cuadros y retratos reales, descansó un momento en el trono y luego se dirigió al salón de banquetes, donde se bebió media botella de vino blanco acompañado de unos bocadillos antes de marcharse.
1982
“Señor, creo que se ha equivocado de habitación”, le dijo la reina Isabel II al intruso Michael Fagan que logró, en 1982, ingresar a los aposentos reales sin que la guardia real se percatase.