¿Quiénes son los dos líderes talibanes con órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional?
La decisión asesta un golpe devastador a la búsqueda de legitimidad internacional del régimen, ya que cualquier país que busque normalizar relaciones con los talibanes tendrá que lidiar con el hecho de que el jefe de Estado y el jefe del poder judicial afganos son prófugos de la justicia internacion
La Corte Penal Internacional (CPI) emitió este martes órdenes de arresto contra los dos hombres más poderosos del régimen talibán en Afganistán: el líder supremo, Haibatullah Akhundzada, y el presidente de la Corte Suprema, Abdul Hakim Haqqani, acusándolos del crimen de lesa humanidad de persecución por motivos de género.
Pero, ¿quiénes son estas figuras clave que hasta ahora han operado en gran medida desde la sombra?
El líder supremo y reclusivo
Haibatullah Akhundzada es la máxima autoridad política, religiosa y militar del Emirato Islámico de Afganistán, es el "Amir al-Mu'minin" (Comandante de los Fieles), y por tanto su poder es absoluto.
Es una figura extremadamente reclusiva que rara vez aparece en público y que gobierna desde su bastión espiritual en la provincia de Kandahar, en el sur del país.
Akhundzada, un erudito islámico ultraconservador, es considerado el arquitecto principal de las políticas más draconianas contra las mujeres y las niñas.
Su firma está detrás de las órdenes que prohíben la educación secundaria y universitaria para las mujeres, que las excluyen de la mayoría de los trabajos y que imponen estrictos códigos de vestimenta, las mismas políticas que la CPI ha calificado como "persecución por motivos de género".
Asumió el liderazgo del movimiento en 2016, tras la muerte de su predecesor en un ataque con drones de EE.UU, el mulá Akhtar Mansour.
El juez de la sharía
Abdul Hakim Haqqani es el presidente de la Corte Suprema, lo que lo convierte en la máxima autoridad judicial del régimen y el principal ejecutor de los decretos de Akhundzada.
Es uno de los miembros fundadores del movimiento talibán y una figura muy respetada dentro del mismo por su erudición religiosa. Su estatus quedó de manifiesto cuando fue nombrado jefe del equipo negociador de los talibanes en Doha durante las conversaciones de paz con Estados Unidos que precedieron a su toma del poder.
Como presidente del Tribunal Supremo, Haqqani es el responsable de aplicar la estricta interpretación de la ley islámica o sharía en todo el país, que incluye castigos como las ejecuciones y flagelaciones públicas, así como la ejecución de los decretos que restringen las libertades de las mujeres.
Las consecuencias de las órdenes de arresto
Si bien es cierto que tanto Akhundzada como Haqqani rara vez abandonan Afganistán, el impacto de las órdenes de arresto es fundamentalmente político.
La decisión asesta un golpe devastador a la búsqueda de legitimidad internacional del régimen, ya que cualquier país que busque normalizar relaciones con los talibanes tendrá que lidiar con el hecho de que el jefe de Estado y el jefe del poder judicial afganos son prófugos de la justicia internacional.
Además, con esta decisión, la CPI materializa por primera vez en órdenes de arresto las advertencias de la ONU de que las políticas contra las mujeres en Afganistán constituyen un presunto crimen de lesa humanidad, sentando un precedente judicial.