¿Cuál es el origen de la vida? Para responder a esta interrogante fascinante, vamos a hacer uso de razonamientos lógicos:
La Física, por medio de una ley, dice: “La materia no se crea ni se destruye; solo se trasforma”.
Por otra parte, la Geología dice: “Todas las leyes actuales son aplicables al pasado”.
Ahora bien, en el principio del principio, o sea, cuando reinaba ese vacío infinito, tuvo que nacer en forma espontánea una de las dos alternativas diametralmente opuestas: ¡Dios o materia!
Según lo expuesto, la materia tiene 0% de probabilidad, lo que deja con el 100% de probabilidad a la opción Dios. Para demostrar esta afirmación, se tendría que crear una ciencia llamada Física de la No materia, pero esto en realidad recae fuera de los límites de la mente humana.
La Biología, por medio de una ley, dice: “La vida no se genera en forma espontánea”.
La Astronomía afirma que el universo es infinito. Y solo un ser infinito pudo haber creado algo también infinito.
La Psicología estudia el alma. Y Dios y el alma son de la misma naturaleza.
La Historia registra los hechos ocurridos. Entonces ¿por qué no creer en la Biblia?
La Biblia, o el libro de los libros, es el libro escrito por Dios a través de los hombres; donde las profecías de Jesús acerca del fin del mundo se están cumpliendo al pie de la letra, como por ejemplo, cuando dice: “Este Evangelio se predicará en todo el mundo”.
Por otra parte, la Biblia dice: “En los cielos surcarán pájaros de hierro”. Los pájaros de hierro están surcando, y son los aviones.
También la Biblia dice que en el juicio final todas las personas vamos a estar frente a Dios, con vestiduras blancas, y Él va a dar a cada persona una piedrecita blanca, con un nombre diferente a todos los demás. Pero en realidad esa piedrecita “ya nos ha dado”, está en nuestras manos y son nuestras propias huellas dactilares. Esto demuestra que lo que la Biblia dice se va a cumplir.
Los sueños, con un cierto grado de interpretación, concuerdan a futuro con la realidad.
Ahora bien, ¿será que la naturaleza ha construido una máquina tan perfecta, que inclusive prediga el futuro? ¡Claro que no!, porque no somos pura materia, no somos robots, somos seres conectados a una fuente de energía espiritual (soplo de vida), por eso sentimos dolor, etc.
En un razonamiento vamos a condensar a todos los milagros acaecidos, donde el más emblemático es, por supuesto, el del “Manto de Turín”.
También tenemos que hacer referencia a lo que las personas se “despiden” antes de morir, a que los perros aúllan cuando ven espíritus de personas que se van a morir, a la ouija, etc.
Pero si existe un Dios tan bueno, ¿por qué existe tanto mal? La respuesta es sencilla: No se sabe por qué. Lo que se sabe es que Dios, hecho hombre, ha sufrido más que nosotros.
Por otra parte, la Biblia dice: “Los últimos serán los primeros”; “El reino de los cielos es de los pobres; “Los sedientos de justicia serán saciados por completo”, etc.
De todas maneras, por mucho que una persona viva cien años y los cien de puro sufrimiento, este tiempo y sufrimiento no representan absolutamente nada frente a la vida eterna llena de felicidad que Dios nos ofrece.
¡Dios existe! El que tenga oídos ¡oiga!
