Ni en la anterior gestión municipal ni durante el tiempo transcurrido de la actual acogieron primero la sugerencia y después el clamor de que se convoque a una reunión de emergencia para elaborar un plan para cumplir lo ofrecido en ambas etapas preelectorales: hacer de Sucre lo que siempre fue, “una ciudad blanca y limpia”.
Nada más fácil que una reunión convocada por la primera autoridad edilicia a todos los funcionarios de alto nivel que tengan que ver con la educación en cualquier ciclo; es decir, a rectores de universidades, de centros e institutos de educación y, especialmente, a los miembros del SEDUCA, el Servicio Departamental de Educación, para tratar los dos temas de especial importancia que requieren decisiones.
Si hubiera sido el mismo alcalde el impulsor de la idea y el que proponga la acción, hubiera habido gran convocatoria y participación y se hubieran tomado decisiones que a la fecha ya tendrían resultado positivo, con medidas sencillas pero prácticas como las que se citan a continuación:
Instrucción a todos los directores de establecimientos, decanos de facultades y maestros en general, para que en sus clases destinen los últimos cinco minutos a instruir a sus alumnos sobre la necesidad de mantener la ciudad blanca y limpia, así como a utilizar adecuadamente los basureros que ya deberían existir en todas partes, como en cualquier ciudad del mundo. En la anterior gestión se colocaron algunos sin la campaña y se destruyeron porque no se instruyó sobre la forma de utilizarlos. En ésta, se han ofrecido mil basureros y hasta ahora no pasa nada.
Distribución y colocado de letreros adhesivos en todos los vehículos de transporte público con inscripciones relacionadas con la limpieza, instruyendo específicamente no botar basura a la calle.
Incorporación de la prensa y de toda otra organización a esta campaña integral, como la empresa pública y privada, para que destine sus espacios publicitarios a este objetivo con los consiguientes beneficios para la ciudad y para la imagen de cada una de las participantes.
Así como el mal ejemplo cunde, el bueno también lo hace con la ventaja de generar un entusiasmo colectivo de grandes resultados. La gente ejecutiva se caracteriza por tomar decisiones oportunas, porque si no lo son no sirven para nada. Como ejemplo de lo afirmado, se puede citar lo hecho por SEDUCA, que ha pintado su edificio de amarillo chillón en la ciudad blanca, o sea que la entidad al servicio de la educación departamental que debería dar ejemplo, comete semejante estupidez quizá con el argumento, equivocado por cierto, de que su ubicación no es central. Sucre es la ciudad blanca y no sólo el centro y Sucre es la que ostenta el título patrimonial, no sólo el centro.
Similar falta han cometido los kindergartens encargados de la primera educación, pues sus fachadas están llenas de colorinches y precisamente las de los ubicados en el centro, con pinturas infantiles que muy bien pudieran decorar sus ambientes interiores. Si los maestros no enseñan a los niños a conservar nuestras tradiciones, ¿quién lo hará?
Esta renuencia a escuchar sugerencias de las autoridades que ofrecieron tomar en cuenta la opinión ciudadana, le está haciendo mucho daño a esta ciudad a la que prometieron servir. El tiempo pasa y Sucre, de ciudad blanca y limpia, ha pasado a ser ciudad sucia llena de colorinches.