El desafío del Órgano Electoral Plurinacional

17/02/2016
PUBLICITE AQUÍ

El próximo domingo, además de ser una jornada de gran trascendencia histórica, pues los resultados que arrojen las urnas influirán de manera decisiva en la configuración del escenario político nacional durante los próximos años, será un día en el que se ponga a prueba la idoneidad, honestidad y respetabilidad de quienes conforman el Órgano Electoral Plurinacional. Desde quienes integran los niveles jerárquicos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y los departamentales, hasta los funcionarios encargados de las tareas logísticas, pasando por los profesionales responsables del área informática, todos tendrán el próximo domingo y los días sucesivos fijadas sobre sus actos las miradas vigilantes de la población boliviana.

No es nada fácil el desafío que espera a quienes tienen en sus manos la conducción del referéndum, pues a la responsabilidad que de por sí pesa sobre sus hombros se debe sumar la muy pesada carga heredada de sus antecesores. Es que como todos recordamos, el actual TSE fue conformado en reemplazo de quienes fueron vergonzosamente defenestrados por haber actuado descaradamente a favor del partido político de gobierno en las elecciones anteriores. Fueron tan groseros e ilegales muchos de sus actos, que tuvieron que pagar su parcialización con su oprobiosa destitución.

Fue a partir de esa experiencia tan negativa que estuvo a punto de dar fin con el poco prestigio que le quedaba al OEP, que la Asamblea Legislativa Plurinacional, muy a pesar de algunos de sus integrantes, tuvo que ceder a las presiones de la opinión pública nacional e internacional y proceder a su renovación. Y, con la esperanza de restablecer el prestigio y la credibilidad de la institución, se hizo un especial esfuerzo para que las designaciones recayeran en personas cuyo prestigio y méritos estuvieran más allá de las dudas.

Desde entonces, cada uno de los actos del TSE ha sido objeto de una rigurosa vigilancia. Y si bien en líneas generales el balance hasta ahora es positivo, no han pasado desapercibidas algunas muestras de pusilanimidad que, lamentablemente, han dejado abierto cierto resquicio para la desconfianza. Nos referimos, por ejemplo, a la condescendencia con que se trató los delitos cometidos por los tribunales departamentales de Chuquisaca y Beni en las pasadas elecciones subnacionales, actos que fueron calificados como simples fallas y no fueron castigados con la severidad que ameritaban.

A pesar de ello y de casos menores que se prestan a la suspicacia, son felizmente más los motivos que alientan la esperanza en que el actual TSE sabrá ponerse a la altura de la responsabilidad que se le ha asignado y que no defraudará la confianza que está siendo depositada en sus integrantes individualmente y en su solidez institucional.

Durante los próximos días y semanas, no faltarán oportunidades para que el TSE demuestre la verdadera índole de sus miembros a través de sus actos. Es de esperar que al tomar sus decisiones y al dejar su sello en el acto democrático del próximo domingo, lo hagan conscientes de que ni sus aciertos ni sus eventuales desaciertos pasarán desapercibidos.

Es necesario que quienes integran el TSE sepan que todos sus actos serán rigurosamente vigilados y ni sus aciertos ni sus eventuales desaciertos pasarán desapercibidos

Compartir:
Más artículos del autor


Lo más leido

1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
Suplementos


    ECOS


    Péndulo Político


    Mi Doctor