La política, cuando está orientada a servir a su pueblo con responsabilidad, honradez y trabajo, cumple una función verdaderamente humanista y constructiva. ¿Cuántos gobiernos en la política nacional han cumplido con esos elevados principios?... Pocos durante la fundación de Bolivia; muy pocos durante el militarismo y el caudillismo y, menos aun durante los populismos y democracias de diferente cuño, a cuya consecuencia seguimos ensayando modelos sin resultados palpables.
Se ha valorado el poder, no como un medio al servicio del pueblo, sino como un fin a alcanzar para satisfacer egos personales, asegurar futuros económicos y pretenderse únicos, insustituibles y necesarios. Nuestra vida se ha convertido en una servidumbre de la masa, la mentira y la ignorancia. Estos trastornos actuales, parecen deberse a fuerzas vibratorias que gobiernan el Universo, mientras los lideres ilusos, ignoran los ciclos cósmicos que nos arrastran a la felicidad o la deriva.
Las civilizaciones antiguas sabían algo que nosotros desconocemos; algo que pasa con el Sol en forma cíclica y provoca trastornos no solo en la tierra y el sistema solar sino en otras galaxias, algo que lamentablemente se oculta al mundo actual. El centro de la galaxia es un agujero negro que emite energía y altera el comportamiento del Sol y cambia el campo magnético de la tierra conforme se acerca; los rayos gama a su vez afectan el ADN de los humanos de cuyos trastornos somos víctimas; pero la buena noticia es que los seres humanos, somos capaces de evitar futuros efectos dañinos con una conducta individual positiva y coherente.
El Siglo XXI lleva conexiones universales divinas, vivimos un estado vibratorio de temor, violencia y desesperanza; el orden mundial está podrido hasta el núcleo, existe una red global que facilita la entrega de nuestro poder humano a psicópatas, y cultores del ego y el dominio mundial.
Es necesario por tanto, conocer qué energía recibimos y que energía emitimos. Es urgente cultivar los principios de no conformidad, de pensar con responsabilidad, de sentir y actuar conforme al lenguaje del corazón y el espíritu. El mundo ha sido hecho por una inteligencia superior y ha sido perfectamente diseñado en el amor, la justicia y la sabiduría. Todos juntos hacemos la realidad del mundo, lamentablemente no conforme a la realidad que el creador concibió, porque un linaje extraño domina la tierra y, a ese poder sirven los gobiernos, especialmente los que más se muestran contrarios, porque son sus instrumentos más dóciles.
El hombre debe liberarse integralmente, descubrir su verdadero potencial o sucumbir ante las fuerzas que lo dominan. La ciencia actual afirma que la mente humana tiene una capacidad de 400 mil millones de bits por segundo, y solo utiliza 2 mil bits de su gigante potencial; conoce cinco sentidos externos que lo engañan a menudo, y tiene 105 sentidos internos que desconoce, porque vive ocupado en sus problemas del día a día, que no son los esenciales para vivir en equilibrio personal, en la naturaleza y el Universo.
Todo lo que existe en el Universo es conciencia y energía, y nosotros vivimos inconscientes en la injusticia, sin poder levantarnos de la caída y conquistar nuestra auto-liberación, reconocer que somos seres humanos soberanos de libre albedrío.
