Las obras importantes del Sucre histórico se ejecutaron como suma del aporte de familias, de honradez y amor a la tierra. Al presente se plasman obras esporádicas y se desconocen los esfuerzos y desvelos que los impulsores y gestores deben vencer, y hasta soportar desplantes de altas autoridades, que no dejan de exteriorizar su desinformación y sentimientos distorsionados contra la ilustre y noble Capital, que no da paso atrás.
En 1994, durante la preparación de los actos conmemorativos del Bicentenario del nacimiento del Mariscal Antonio José de Sucre –el 3 de febrero de 1995– se formó una Comisión de Iniciativas destinadas a esa importante celebración, presidida por el entonces Senador, Dr. Julio Garrett Aillón, conjunta a la propuesta de impulsar el “Centro Internacional de Convenciones y Cultura” formando un solo conjunto arquitectónico mediante la recuperación de los palacios y parques de La Florida, La Glorieta y La Galería en la ciudad de Sucre, declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, por ser una de las ciudades más bellas y mejor conservadas de la región andina. Posteriormente se conformó la “Fundación Gran Mariscal de Ayacucho” de importantes personalidades bajo la Presidencia del Dr. Julio Garrett, Rector de la Universidad Andina, y el Dr. Oscar Frerking Salas, durante la ausencia del primero. Con decisión y persistencia, lograron la transferencia de La Florida y La Glorieta a la Prefectura de Chuquisaca, y suscribieron documentos de corresponsabilidad en la preinversión y la gestión del proyecto. La Fundación GMA consiguió el apoyo técnico y financiero necesario –con carácter no reembolsable– de la CAF, a través del Lic. Enrique García Rodríguez, mediante Resolución 1626-96, y al prestigioso consultor Gustavo Medeiros Anaya, para realizar el anteproyecto arquitectónico y paisajístico del CICC.
Por su parte el PRAHS tomó a su cargo la restauración y refuncionalización de La Florida con destino a la residencia de presidentes en ocasión de futuras convenciones continentales. La Prefectura, las tareas de construcción del CICC que, luego de muchos años, gracias a la decisión y voluntad de la Sra. Savina Cuellar y continuada hasta su conclusión por el actual Gobernador Sr. Esteban Urquizu, plasmaron finalmente en realidad esta monumental y esperada obra, ampliamente satisfactoria.
El proyecto arquitectónico original era una unidad –La Florida y el CICC–, ese cambió alteró el conjunto; los otros componentes de La Glorieta: protocolo, museos de época, nacional de arte contemporáneo, biblioteca y centro de documentación serán complementados conforme a las necesidades; en cambio los parques y jardines son compromisos postergados por la Alcaldía.
La calidad de las obras, a la vista de un profano, es monumental y de cuidadoso mantenimiento. La razón de ser del proyecto viene ahora, en la etapa de gestión estratégica. La administración de un centro de estas proporciones debe ser confiada a especialistas, y bajo estrictas normas internacionales. En consecuencia, se hace necesario tomar contactos con centros de amplia experiencia y conocimiento, buscando asistencia técnica que permita operar en las mejores condiciones de eficiencia y efectividad y, al igual que en centros semejantes que promueven importantes eventos, podemos insertar el CICC en una dinámica empresarial competitiva.
