Nueva etapa en la relación COB-gobierno

03/07/2016
PUBLICITE AQUÍ

Mientras se escribe este editorial, dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) se reúnen con el Vicepresidente del Estado para establecer las bases de un acuerdo que permita superar el conflicto desatado hace dos semanas y que en los últimos tres días de paro ha provocado 10 heridos por confrontación con efectivos de la Policía y alrededor de 150 detenidos.

Esta confrontación es consecuencia de la decisión del gobierno de cerrar la textilera Enatex por ser una empresa deficitaria y no haber perspectivas de hacerla rentable. Por su parte, los trabajadores rechazan ese cierre, temen que se pueda repetir con otras empresas estatales y denuncian que la quiebra se debe a una administración ineficiente y presuntamente corrupta.

Como hemos señalado, la decisión gubernamental es correcta. La experiencia, tanto interna como internacional, muestra que mantener este tipo de empresas por razones de orden ideológico sólo conduce al descalabro. Asimismo, que el Estado en definitiva es un mal administrador porque, más allá de las intenciones, lo cierto es que finalmente se impone en la administración de empresas de esa naturaleza la necesidad de satisfacer intereses sectarios o famIliares, o ambos, como al parecer ha sucedido en Enatex.

Desde otro enfoque, esta experiencia también ha demostrado que la decisión de dirigentes de la COB de romper su tradicional independencia sindical para aliarse con el gobierno de turno ha sido, como se señaló en varias oportunidades, un acto erróneo porque lo que sucede (y también la historia es pródiga en este campo) es que las autoridades subordinan a sus propios intereses --que creen que son los del "pueblo"-- los de sus aliados y la sociedad toda. De ahí que uno de los grandes avances de los sistemas democráticos es diferenciar con claridad al Estado y la sociedad.

Además, este conflicto que es de desear que sea solucionado en las próximas horas, da cuenta de un quiebre entre el gobierno y los sectores afiliados a la COB, que adquiere mayor gravedad en la medida en que pareciera que el gobierno ha alejado, sin posibilidad de retorno, a la clase media del país que le fue leal hasta las elecciones generales de 2014. Si a ello se agrega la iniciativa de los productores de coca de, primero, amenazar a los trabajadores fabriles con acciones de hecho si no levantaban su movilización y, luego, ofrecerse de mediadores, se puede inferir que el gobierno y el  MAS, como estructura orgánica, están perdiendo capacidad de conducción interna.

Al margen del curso que siga la relación entre el gobierno y la COB, hay dos factores que marcan el inicio de una nueva etapa también en este campo. El primero, que se ha deteriorado, si no roto, la alianza entre ambos, lo que tendrá directa relación con la capacidad de gobernanza. El segundo, que, como se preveía, que ha llegado el tiempo en que el MAS deberá aprender a administrar el país en condiciones muy diferentes a las que prevalecieron desde que arribó al poder y en el que quieren quedarse.

Hay dos factores que marcan el inicio de una nueva etapa. Se ha deteriorado la alianza entre el MAS y la COB y el gobierno deberá aprender a administrar el país en condiciones muy diferentes a las que fueron dadas por la bonanza heredada

Compartir:
Más artículos del autor


Lo más leido

1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
Suplementos


    ECOS


    Péndulo Político


    Mi Doctor