La plaza 25 de Mayo de la ciudad de Sucre, desde el año 2014, por mandato de la Ley Nº 531, constituye Patrimonio Cultural e Histórico de Bolivia, como tal, bien patrimonial del pueblo chuquisaqueño y boliviano.
El cuidado y protección de este patrimonio histórico y cultural de Bolivia que constituye el corazón de la ciudad corresponde al Gobierno Municipal, al respecto y para conocimiento de algunas autoridades como de la ciudadanía de Sucre, me permito transcribir los dos artículos de la Ley Nº 531 de 27 de mayo de 2014:
Art 1.- Declárase patrimonio cultural e histórico del pueblo boliviano a la “Plaza 25 de Mayo” ubicada en la ciudad de Sucre del Departamento de Chuquisaca, Capital del Estado Plurinacional de Bolivia.
Art 2.- El Órgano Ejecutivo a través del Ministerio de Culturas y Turismo, el Gobierno Autónomo Departamental de Chuquisaca y el Gobierno Autónomo Municipal en el marco de sus competencias, desarrollarán políticas públicas de restauración, preservación y promoción de la “Plaza 25 de Mayo” de la ciudad de Sucre.
Según lo establecido en la Ley Marco del Patrimonio Cultural de Bolivia Nº 530, la gestión constituye el desarrollo de todas las acciones encaminadas a los propósitos de la protección, conservación y defensa del patrimonio cultural, en este caso, del centro histórico de nuestra ciudad que, reitero, es el corazón de Sucre. Es responsabilidad y tarea del Gobierno Municipal, bajo pena de negligencia e incumplimiento de responsabilidades públicas, cumplir esa gestión cultural. Es decir, que desde el año 2014 pasado, debieron haberse asumido todas las acciones concurrentes al mantenimiento, conservación, preservación y cuidado de nuestra plaza central; algo se ha hecho como aquello de no permitir el estacionamiento vehicular, el lavado de autos y algún mejoramiento de jardines y fuentes de agua, pero falta.
En cumplimiento de la Ley especial y de la ley marco Nº 530, Ley del Patrimonio Cultural de Bolivia, así como por respeto a este espacio histórico de tantas glorias, antes de la fundación de la patria, en los primeros cien años de la vida republicana y después, no puede permitirse que siga siendo espacio de ferias, de actos públicos de toda naturaleza, de llegada obligada de colectivos de bailes folclóricos (entradas), instalación de graderías así como manifestaciones y marchas, muchas veces violentas y con alta agresividad, que terminan destruyendo los espacios verdes de la plaza, sus monumentos emblemáticos e históricos, y con las actividades folclóricas convierten en ferias de comidas y bebidas las esquinas y calles adyacentes y en urinarios las paredes de monumentos arquitectónicos que circundan su perímetro.
La Plaza Central de Armas de Sucre no es sólo patrimonio cultural e histórico, es también patrimonio arquitectónico de Bolivia; los sucrenses deberíamos tener la más elevada conciencia de su valor histórico, cultural y artístico, como tal, cuidar y preservar este maravilloso espacio, y las autoridades municipales simplemente cumplir la ley no siendo complacientes ni cómplices a la hora de ejercer autoridad para cuidar el centro más emblemático de nuestra patria.
