Debo iniciar esta crónica contando a mis lectores que el sentimiento piadoso de mi discípula periodística me llevó a de la mano a compartir con algunos de sus amigos en la ciudad de El Alto las actuaciones que rememoraron “las jornadas de Octubre Negro” en la vecina ciudad, donde advertí mucho sentimiento hacia las víctimas de aquellos hechos luctuosos y que culminaron con el derrocamiento del Presidente de aquel entonces, Sr. Gonzalo Sánchez de Lozada Sánchez Bustamante, más conocido como “el Goni”.
Impresionada por aquellos relatos y por algunas declaraciones oficiales en sentido de que Goni será repatriado y encarcelado en Chonchocoro por 30 años sin derecho a indulto no pude evitar una sonrisa que sorprendió a la cholita cochabambina.
Para no lastimar los sentimientos de la bambina cochabambina le manifesté que yo soy un viejo lobo de mar y también de bar, lo cual me ha permitido conocer a las personas sin mirar sus caras y llevarme solamente por la secuencia de sus actos en este caso gubernamentales.
Por eso dije a la cochalita que llevo diez años observando las actividades no sólo del Presidente del Estado Plurinacional y Folclórico sino de su Canciller, el señor David Choquehuanca, descubridor del sexo en las piedras. Y que basado en ello jamás he desenmascarado el mínimo interés de ambas personajes en traer de Estados Unidos al “Goni” pues es mucho mejor, más cómodo y más seguro tenerlo en el país del Norte, hablando su mismo idioma y haciendo sus mismos chiste en inglés, lo cual es infinitamente menos complicado que tenerlo en Bolivia conspirando con sus amigos del Imperio.
Habiendo cumplido 87 años y hablando en inglés con el Sánchez Berzaín, con el Tuto Quiroga, con el Samuel Doria Medina y con otros nativos bilingües mientras nuestros policías políticos sólo hablan el castellano, el quechua y el aymara.
Por eso y por muchas cosas más, sé de buena fuente que el Goni ha declinado todas las invitaciones que el Evo y el David Choquehuanca le han hecho llegar para que vuelva su querido país.
