Desde poco menos de seis meses atrás, la maquinaria política gubernamental echó a andar un veto publicitario a este diario. Una gran parte de las reparticiones del área de comunicación del Gobierno nacional y departamental, así como del municipio de Sucre, recibieron, según lo confirmaron a este periódico varios de sus propios funcionarios, la prohibición expresa de efectuar cualquier publicación en CORREO DEL SUR.
En el caso de Chuquisaca, esa prohibición fue operada y ejecutada de manera abierta, sin el cuidado ni reserva algunos, desde las oficinas concernidas de la Gobernación y la Alcaldía de Sucre.
Lo arriba anotado es ya de conocimiento general y cobró notoriedad hace algunas semanas, particularmente a través de las redes sociales, cuando se hizo pública una carta enviada por el director de este periódico al Alcalde de Sucre, en la que le solicita dejar exentos del citado veto a los avisos de bien social y, en consecuencia, instruir a las defensorías de la niñez reponer el envío de dichos avisos a este periódico para su máxima difusión y publicación gratuita.
Éste no es, con seguridad, el único medio de comunicación en Bolivia incluido en una medida de esas características. Ejemplos los hay de sobra.
¿Cuál es el propósito? ¿Intentar asfixiar económicamente a los medios independientes y desaparecer el periodismo libre? ¿Someterlos o presionarlos económicamente para procurar ponerlos al servicio de intereses políticos circunstanciales? ¿Usar los recursos estatales asignados a la publicidad y/o propaganda para implementar una estrategia de coerción y favores económicos a cambio de líneas informativas funcionales al Gobierno?
No pretendemos, aquí, responder a tales interrogantes. A nosotros nos corresponde advertir que, detrás de esa lamentable política comunicacional, está en juego, hoy como siempre, la libertad. Y la libertad, como ya lo expresamos antes, no es patrimonio de unos cuantos. La libertad es una lucha del género humano. Es parte de la esencia vital del planeta. Ha costado sangre, vidas y sacrificios inmensos.
La historia de la construcción de este país tiene que ver con la lucha por la libertad vista desde las diferentes perspectivas de los actores históricos que conforman nuestra compleja geografía. Y uno de esos actores fundamentales ha sido, pese a quien le pese, la prensa libre e independiente.
Todos hemos puesto algo de nuestra sangre en este proceso. Sobre la tinta de la prensa independiente se ha consolidado el proceso democrático de Bolivia, y eso es algo que, sin importar cuánto se esfuercen en negarlo, no se puede borrar. No lo han podido hacer dictadores ni ejércitos, simplemente porque la libertad es un proceso de reinvención continua, profunda, cotidiana.
CORREO DEL SUR, desde su fundación, hace poco menos de treinta años, se ha identificado y se ratifica hoy en su posición intransigente por un periodismo independiente en defensa de la verdad y la libertad de las personas, sus opiniones, sus disensos, y de la democracia en general.
Somos militantes de la libertad y no le tenemos miedo, porque creemos en la diferencia, en la democracia y en sus valores, que son más fuertes y duraderos que cualquier persona, tiempo o gobierno. (Reimpresión)
A nosotros nos corresponde advertir que, detrás de esa lamentable política comunicacional, está en juego, hoy como siempre, la libertad. Y la libertad, como ya lo expresamos antes, no es patrimonio de unos cuantos