El psicólogo norteamericano Abraham Maslow (1908 – 1970), uno de los referentes mundiales de la psicología humanista, nos presentó allá por el año 1943, una teoría denominada Pirámide de Maslow o Jerarquía de Necesidades, teoría que es muy usada hasta la actualidad no sólo en el área de la psicología, sino en otras ramas del saber humano, por su tan importante aporte a la ciencia.
Esta teoría plantea, básicamente, una jerarquía de necesidades que tiene todo ser humano, y las agrupa en niveles dentro de una pirámide. Maslow propone cinco niveles dentro de su pirámide, donde en la base se encuentran las necesidades “Fisiológicas” (respiración, comida, agua, descanso, sexo, etc.); esta teoría plantea que un individuo, sólo si ha satisfecho todas esas necesidades fisiológicas o básicas, recién podrá buscar satisfacer las necesidades del siguiente nivel. El nivel dos es el grupo de necesidades de Seguridad (seguridad física, empleo, recursos, de familia, de propiedad privada, etc.); el tercer nivel son las necesidades de Afiliación (amistad, afecto, etc.); en el cuarto nivel están las necesidades de Reconocimiento (confianza, respeto, éxito, etc.); y el último nivel, es el de las necesidades de Autorrealización (moralidad creativa, falta de prejuicios, resolución de problemas, etc.).
Realizando un parangón, de esta teoría para el individuo y nuestra ciudad, podremos ver que desde muchos años atrás, nuestra ciudad ha venido atravesando problemas con el tema del abastecimiento de agua potable para todos los habitantes, hecho que nos ha generado deudas inmensas con gobiernos extranjeros y que pese a haber sido condonados dichos créditos por los prestatarios, nuestro Estado central ha determinado continuar cobrándonos lo que en realidad ya no debemos, y ha llegado al extremo que el año pasado y principios del presente, cuando se trató este gran problema en distintos foros, las autoridades oficialistas nacionales, departamentales y de municipio nos dijeron que desanexarían esa deuda millonaria que tiene el municipio de los UFV y que bolivianizarían la misma, como si aquello sería una solución real al problema. Lamentablemente, Sucre continúa asfixiada por esa deuda ya condonada, y a la fecha no existe abastecimiento de agua, alcantarillado y asfalto para todos los habitantes, que podrían ser consideradas como necesidades básicas de un municipio.
Claramente, nuestras autoridades municipales entendieron mal la jerarquía de necesidades propuesta por Maslow, y a la fecha la usan al revés y para satisfacer necesidades personales de reconocimiento (que se encuentran en el cuarto nivel), en lugar de proponer soluciones reales para las necesidades básicas del pueblo. De manera increíble, hace unos días vemos a nuestra autoridad municipal presentar como su plan estrella para la ciudad, el teleférico, que personalmente estoy seguro que arruinará a nuestra ciudad colonial en su paisaje, sumado a eso que en Sucre no existe el mismo problema de transporte como en La Paz y para rematar, tenemos otra noticia de que el teleférico paceño nos dio un déficit, a la fecha de 22 millones de bolivianos. ¿No será que para satisfacer necesidades personales de reconocimiento de nuestras autoridades coyunturales, el pueblo debe invertir sus necesidades y viajar en teleférico en vez de tomar agua? Otro ejemplo, para terminar, usan un castillo que debería ser museo, como oficina. ¿Ya pues, es en serio?