Hoy, más que nunca, cuando la globalización de la economía pretende extenderse a la cultura, devorando en su vorágine a las culturas nacionales de los países no industrializados, debemos salir por los fueros de la defensa de nuestros valores, porque se puede ser moderno e informático, pero no idiota, jamás antinacional.
Es oportuno retomar la celebración del Día del Himno Nacional institucionalizado un 18 de noviembre de 1997 mediante el cual por Resolución Biministerial 00/97 (Min. de Educación y Defensa) se establece el día 18 de noviembre como “Día del Himno Nacional” En dicho documento se recomienda realizar actos solemnes en todo el territorio nacional entonando a las 12:00 del mediodía las sagradas notas del Himno Patriótico.
Lamentablemente en estos últimos años no se ha otorgado la importancia que amerita este acontecimiento que nace principalmente para despertar en las generaciones jóvenes el sentimiento cívico patriótico, otorgándole la fuerza, la solemnidad y el respeto para entonar las sagradas notas que encierran todo lo grande y sublime que es nuestra querida Patria.
Para recordar, una breve historia del himno:
El general Don José Ballivián advirtió la falta de una canción patriótica ya que por ese entonces la República no tenía Himno, pues las bandas del ejército ejecutaban piezas populares repitiendo las marchas de los ejércitos españoles sin que ninguna alcanzara a conquistar el fervor patriótico, mucho menos encender el entusiasmo de la multitud. Teniendo conocimiento de que el prestigioso maestro Leopoldo Benedetto Vincenti se encontraba en Valparaíso (Chile), lo invitó a componer la música del himno. Vincenti llegó a La Paz en septiembre de 1845. Su trabajo fue agotador y apremiante por la urgencia de contar a la brevedad posible con “La Canción Patriótica”.
Los ensayos fueron largos y apremiantes para componer la parte musical, faltaba la letra, Vincenti rechazaba un texto y otro, y cuando estaba más descorazonado, el Dr. José Ignacio de Sanjinés, abogado y poeta, le presentó los inspirados versos del Himno Nacional. El coro emocionó a Vincenti; las lágrimas asomaron a sus ojos cuando repetía los compases:
De la Patria el alto nombre
En glorioso esplendor conservemos
Y en sus aras de nuevo juremos
Morir antes que esclavos vivir
La mañana del 18 de noviembre de 1845, en la Plaza de Armas (hoy denominada plaza Murillo), frente al Palacio de Gobierno, a horas 12:00, en medio de la expectación general; las bandas militares de los batallones 5to, 6to y 8vo hicieron escuchar por primera vez los vibrantes acordes de la Canción Patriótica, hoy Himno Nacional.
En la misma noche, se estrenó el Teatro Municipal con un interesante programa de carácter lírico-musical al que asistió su Excelencia, el Presidente de la República Gral. José Ballivián, con su gabinete y autoridades en general. El maestro Benedetto Vincenti dirigió la orquesta con altivez y porte impresionante.
Toda la concurrencia se deshizo en aplausos, hubo lágrimas de emoción, exclamaciones de júbilo premiando la brillante interpretación.
Esta es una remembranza de uno de los símbolos más importantes de nuestra amada Patria. Sintamos en nuestro Himno el amor por nuestra tierra y nuestra gente, el orgullo de ser hijos de una Patria que contra viento y marea, se abre paso para alcanzar su pleno desarrollo, escuchemos al poeta que dice:
“Ay, cuando yo esté cerca de ti Patria
Te tomaré de la cintura…nadie podrá tocarte
Porque yo podré defenderte, cantando
Cuando vaya contigo, cuando vayas conmigo…..Cuando ay, cuando”
La autora es intérprete del canto popular boliviano y ex Ministra de Culturas