El escupir en público es algo que actualmente en nuestro medio y prácticamente en todo el orbe está muy mal visto; sin embargo escudriñando algo de historia, podremos encontrar que sobre todo en los países orientales es donde se tienen registros tangibles de esta práctica. En la Dinastía Qing de China y en la misma época en Japón, es donde se utilizaban los denominados escupideros o escupideras, los cuales como su nombre bien describe, servían justamente para eso, para escupir en lugares públicos, esto con la intención de evitar la propagación de enfermedades, sobre todo tomando en cuenta la costumbre tan común que existía y aún perdura en algunos lares de esos países acerca de escupir. La escupidera fue llevada a otros países, sobre todo de Europa, pero tampoco fue de un uso tal que justifique su utilización hasta nuestros días. En la actualidad, en muchos de esos países orientales, se tienen leyes bastante estrictas sobre escupir en público.
El escupir como un desahogo de la frustración, de la ira, de la impotencia y de otros tantos sentimientos, se puede observar de manera bastante habitual en los deportes. En el deporte rey, por ejemplo, en todo momento que se falla en una jugada y peor cuando se falla un gol, es cuando observamos a esos jugadores escupir en señal de enojo o frustración; de hecho que no recuerdo nunca haber visto escupir a alguien que hubiera acabado de meter un gol. En otro deporte no tan practicado en nuestro medio, pero que se ve de manera bien frecuente el escupir, es en el béisbol, claro que esto se debe a la costumbre de estos deportistas de masticar tabaco mientras están jugando, lo cual les obliga a escupir constantemente.
Algo que hoy por hoy se ve como el discurso diario de todos los gobiernos de corte popular, es lo que vulgarmente se podría denominar, escupir al pasado; es decir, echarle barro a todo lo que hizo antes y pretender que todo lo que se hace actualmente está bien hecho. Lo recién descrito se da pese a que muchos de los gobiernos populares, por lo prolongado de sus presidencias, ya son el pasado y presente de muchos países, como el nuestro por ejemplo, que con más de diez años en el poder, ya debe ser considerado el pasado, pero obviamente quieren hacer creer que son el futuro y salvadores de lo malo.
Dentro de un análisis psicológico, se puede ver claramente que el escupir por frustración, por ira, por impotencia, y otros, se da cuando la persona tiene un bajo nivel de tolerancia a la frustración, y por lógica, el dominio de sus conductas, en muchas oportunidades puede salir de su control y recurrir al escupitajo. Anteayer fuimos testigos del escupitajo que el ex Magistrado Gualberto Cusi le propinó al diputado Borda, al salir de su audiencia, en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Ese hecho nos muestra claramente la frustración a la cual han orillado al Sr. Cusi, que en su desesperación extrema por la injusticia a la cual se siente sometido, tuvo que recurrir a un acto actualmente censurado, pero que de alguna manera redime su orgullo y honor ante tanto atropello de parte del Estado. Tan mal vista que está la justicia y tan sometida al poder estatal como se encuentra, ¿será que todos tendremos que recurrir al escupitajo para cerrar un juicio engorroso e injusto? ¡Por una administración de justicia, equitativa, justa, imparcial y no sometida al poder político!