El paleontólogo Lee Berger en su último libro “Almost Human” anuncia el descubrimiento de un esqueleto y otros restos humanos, de aproximadamente 200 mil años de edad. El Homo Naledi anunciado por el Dr. Berger da al hombre sobre la tierra una antigüedad casi 10 veces mayor a la que estábamos hasta la fecha acostumbrados. Este gigantesco cambio de la historia del hombre en la tierra, enaltece aun más el Acuerdo de París. Este Acuerdo es el único pacto celebrado por toda la especie humana que habita la tierra, sin diferencias de color, religión, lugar de origen o cualquier otra característica. Por primera vez 175 naciones coinciden en reconocer la gravedad del problema y acuerdan programas de acción para detener el calentamiento global que está causando, entre otras cosas, cambios climáticos con desastrosos efectos.
No obstante que EEUU ha firmado y ratificado el Convenio, el Sr. Donald Trump, su actual presidente, ha anunciado que pretende retirar a su país del Acuerdo de París, indicando que la permanencia en el Acuerdo sería muy costosa para EEUU. También ha dado a conocer que pensaría renegociar términos del Acuerdo para lograr condiciones más convenientes para su país.
Por otro lado, no se puede pasar por alto que las ofertas de reducción de emisiones contaminantes en EEUU presentadas por su antecesor, el ex presidente Obama a la ONU, constituyeron la base para lograr el Acuerdo de París.
Por todas esas razones, es lamentable y censurable que el Presidente del país más poderoso del planeta pretenda retirar a su país del Acuerdo. Un esfuerzo global que beneficiaría a todos.
Además, parece que el Sr. Trump no ha alcanzado a comprender el marco histórico en el que se pacta el Acuerdo de París. El primer acuerdo de toda la humanidad.
Como es norma en todo acuerdo internacional, el retiro de una parte contratante debe anunciarse con anticipación de un tiempo prudencial. En este caso para retirarse del Acuerdo de París, se debe dar un aviso con por lo menos cuatro años y llenar un trámite largo y dificultoso que hasta la fecha no está totalmente definido en el propio Acuerdo. Lo más probable es que los trámites de retiro de EEUU del Acuerdo lleguen a la fecha de la próxima elección presidencial de EEUU. El estar o no estar en el Acuerdo sería uno de los grandes temas eleccionarios. Su resultado sería una verdadera expresión de la voluntad popular norteamericana, porque actualmente Trump, no obstante ser el presidente, no refleja toda la voluntad popular en su país.
Además, parecería que el Sr. Trump pretende usar el tiempo del trámite para negociar otras condiciones en el Acuerdo. Esa actitud no es de extrañarse dado que el Sr. Trump se considera un gran negociador. Pero, el Acuerdo de París no es una negociación entre partes sino un pacto voluntario entre todos los países. El tratar de renegociar la posición de EEUU como en un contrato tradicional no tiene sentido. El Acuerdo de París es un pacto de todas las naciones del mundo frente a un problema de la naturaleza. Si se trata de establecer las partes del Acuerdo como en un contrato, la parte contraria serían todos los países del mundo frente a la naturaleza. Como vemos, es un absurdo.
El anuncio del Sr. Trump de querer que EEUU se retire del Acuerdo de París ha sido observado por casi todos los gobiernos del mundo. Inclusive en su propia familia, su hija no estaba de acuerdo con esa decisión.
Frente a la decisión irrevocable del Sr. Trump de retirar a EEUU del Acuerdo de París, la reacción del resto de todos los países miembros del pacto (174) ha sido uniforme indicando que continuarán con el cumplimiento del convenio. En ese espíritu la Unión Europea ha tenido reuniones importantes con China que parece tomará un rol más influyente dentro del Acuerdo.
Todos debemos estar orgullosos del Acuerdo de París. Hasta la fecha de ese pacto, por cerca a 200 mil años hemos aceptado dócil y resignadamente los efectos de las reglas de la naturaleza en nuestro mundo. El Acuerdo de París significa que el hombre, por primera vez en toda su historia, se yergue y decide señalar a la naturaleza los caminos para seguir teniendo un mundo habitable para nosotros y nuestras futuras generaciones.