Día del Bibliotecario Boliviano

29/06/2017
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Durante la presidencia del Mariscal Andrés de Santa Cruz, se promulgó el decreto de 30 de junio de 1838, que crea en las capitales de departamento y en las provincias Litoral y Tarija bibliotecas públicas. En homenaje a esta disposición y “en reconocimiento a la digna labor que desarrollan los trabajadores de la información, en beneficio de la sociedad”, hoy, 30 de junio, se conmemora el Día del Bibliotecario Boliviano, establecido mediante Resolución Ministerial N° 511/07 de 28 de septiembre de 2007 (Ministerio de Trabajo), gestión llevada a cabo por el Directorio del Colegio de Profesionales en Ciencias de la Información de Bolivia, en atención a la resolución aprobada en su III Congreso Nacional de Bibliotecología, Documentación, Archivística y Museología, realizado el 29 de septiembre de 2006, que instituyó el 30 de junio como Día del Bibliotecario Boliviano.

Ya son diez años de esta declaratoria, y en esta ocasión saludamos a los bibliotecarios bolivianos (también extranjeros que trabajan en bibliotecas públicas y privadas), labor que no siempre, al igual que el del Archivista (Día del Archivista: 18 de octubre), no siempre es reconocida y valorada.

Un acontecimiento trascendental en Sucre, fue la creación de la Asociación de Bibliotecarios de Chuquisaca, el 17 de marzo de 1960, cuyas palabras de inauguración oficial estuvo a cargo de Gunnar Mendoza, en su en su calidad de Presidente, y Director de la Biblioteca Nacional de Bolivia y del Archivo Nacional de Bolivia. Luego en 1971, en su calidad de director de la ABCh, le dotó de una “Declaración de principios” (Sucre, marzo 20, 1971). Contiene tres partes y 16 principios: El Libro, es la expresión de la cultura como instrumento de transmisión, conocimiento y difusión; recurso indispensable para la información, recreación, investigación...; su uso es un derecho y una obligación; constituye el patrimonio cultural de un pueblo. La Biblioteca, repositorio donde se preserva y accesibiliza para su máximo aprovechamiento; parte integrante del sistema bibliotecario para un servicio integral y coordinado; debe contar con el apoyo incondicional del Estado y la sociedad para cumplir satisfactoriamente su función. El Bibliotecario, elemento imprescindible para que la biblioteca preste sus servicios; cuenta con deberes, derechos y responsabilidades.

Entre las Bibliotecas (públicas y privadas) de Sucre, tenemos por su importancia: Biblioteca Nacional de Bolivia, Biblioteca Pública “Gunnar Mendoza Loza” del ABNB (inaugurada en 17 de febrero de 2009), Central de la Universidad de San Francisco Xavier, Centro Bibliográfico Documental Histórico-USFX, Instituto de Sociología Boliviana-USFX, Tribunal Supremo de Justicia, Escuela Superior de Formación de Maestros “Mariscal Sucre”, Casa de la Libertad, Municipal “Miguel Rosembluth”, Archivo y Biblioteca Arquidiocesanos, Convento Franciscano (Recoleta), Instituto Médico Sucre.

Debemos destacar que los dos Repositorios más importantes de la Nación, de valores inapreciables –cualitativa y cuantitativamente– por la función y servicio que cumplen, son la Biblioteca Nacional de Bolivia (BNB), creada en julio de 1825 como Biblioteca Pública, y el Archivo Nacional de Bolivia (ANB), creado el 18 de octubre de 1883 como Archivo General de la Nación, ambos con sede en la ciudad de Sucre. En 1935 ambos Repositorios se fusionan en una sola institución con separación de sus fondos documentales y bibliográficos y bajo una sola Dirección.

Una impronta en los anales del ABNB y de la archivística y bibliotecología boliviana fue la designación de Gunnar Mendoza Loza (1914-1994) como director de la institución, que luego de su fallecimiento es declarado director honorario y perpetuo del ABNB, además de “Maestro e impulsor de la archivística boliviana”, quien consagró su vida y obra con esmero, perseverancia y ejemplo de trabajo a la preservación, organización, accesibilización y difusión de los Recursos Documentales y Bibliográficos del ABNB, durante 50 años (1944-1994) de entrega y dedicación generosa.

La BNB conserva, preserva y accesibiliza todo material impreso (libros, folletos, revistas, boletines, periódicos, etc.) bolivianos y de interés para Bolivia sobre toda clase de asuntos.

De acuerdo con Gunnar Mendoza, el ANB “tiene la atribución reglamentaria de recibir, custodiar, preservar, accesibilizar y difundir para fines de estudio, de acentuación de la conciencia cívica y de comprobación del estado legal de las personas: a) los Recursos Documentales estatales inéditos acumulados directamente por la actividad del gobierno central del país en cualquier época de su historia; b) los Recursos Documentales no estatales inéditos que por decisión de sus poseedores son cedidos a este Repositorio”. Dos secciones comprende el ANB, de acuerdo a los periodos históricos de Bolivia: Colonia (1546-1825: Audiencia de Charcas) y la República (1825-S. XX.: Poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo).

Es evidente la importancia del ABNB que se proyecta inclusive para el turismo con la visita permanente de investigadores nacionales y extranjeros (antropólogos, arqueólogos, economistas, escritores, historiadores, periodistas, sociólogos, etc.), para la investigación científica, la cultura y el desarrollo; para la administración pública; para la información en órdenes del conocimiento humano para su aplicación en proyectos: “sin información idónea previa –dice Gunnar Mendoza– ninguna actividad puede realizarse plenamente”; para la sociedad en su conjunto: para el pueblo, por ejemplo, “en el estímulo de la conciencia de su propia identidad y de conciencia cívica a través de exposiciones y de otros medios de difusión de los valores documentales”.

 

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