La celebración del 192º aniversario de la creación de Bolivia como país independiente y soberano es una muestra de la fortaleza que las sucesivas generaciones han tenido para mantenerlo y los desafíos que tenemos, esta generación y las que siguen, de recoger ese legado, que tiene grandes virtudes como grandes desaciertos, para seguir proyectándonos a un futuro complejo pero también promisorio, si sabemos aprovechar nuestras diversas ventajas en un mundo cada vez más interconectado.
Además, debemos hacerlo en un momento histórico en que la dura realidad se ha impuesto a visiones triunfalistas que surgieron por condiciones extraordinarias que, en definitiva, han terminado. Es decir, nos encontramos en una situación en la que debemos a volver a vivir con lo que tenemos y con ello satisfacer de manera incluyente y equitativa a toda la sociedad.
Por ello y más allá de un discurso frívolo que se empeña en no ver la realidad, requerimos de nuevas visiones de país que recuperen la confianza ciudadana y, sobre todo, su esperanza, adormecidas por las frustraciones de un proyecto del que se esperó mucho más de lo que éste y sus conductores e ideólogos pudieron dar.
Además, lo tenemos que hacer en medio de una creciente tensión entre quienes, como lo ha hecho la ciudadanía, han asumido plenamente el sistema democrático de organización y quienes, en afanes prorroguistas y autoritarios, pretenden vulnerar la Constitución Política del Estado y dañan permanentemente a una precaria institucionalidad que aún trata de garantizar la pacífica convivencia.
Hay un distanciamiento sostenido entre lo que parece querer la gente y lo que buscan las autoridades del Gobierno.
Es que la población está cansada de la crisis de la justicia, del imperio de la corrupción, de la crisis de los sistemas de educación y salud, de inseguridad ciudadana, de la galopante comisión de delitos y del manejo dispendioso de los recursos públicos. Asimismo, rechaza mayoritariamente el apoyo del Gobierno boliviano al venezolano, ratifica su adhesión a la democracia y tiene conciencia de la necesidad de defender el medio ambiente.
Tópicos, en fin, que parecería que una buena parte de las autoridades (pues hay importantes excepciones) consideran secundarios si nos atenemos a la forma en que actúan, particularmente desde el referendo constitucional de febrero de 2016, en el que la ciudadanía se pronunció, por mayoría absoluta, en contra de una nueva reelección de los actuales primeros mandatarios.
Así, en la celebración de nuestro 192º aniversario aparecen nubarrones que nos deben preocupar pero, sobre todo, motivar a participar en el necesario debate que deberá abrirse para diseñar nuestro futuro sobre la base de defender el sistema democrático que hemos elegido desde 1982.
Ayudará a enfrentar ese proceso, en el que la inclusión del MAS sería de vital importancia, recordar que hemos podido salir fortalecidos de circunstancias aún más críticas, y como prueba plena de ello es que hoy celebramos nuestro 192º aniversario de creación.
Ayudará a enfrentar ese proceso, en el que la inclusión del MAS sería de vital importancia, recordar que hemos podido salir fortalecidos de circunstancias aún más críticas, y como prueba plena de ello es que hoy celebramos nuestro 192º aniversario de creación