Se ha valorado el poder, no como un medio al servicio del pueblo y los semejantes, sino como un fin a alcanzar para satisfacer egos y ventajas personales, asegurar futuros económicos y pretenderse superiores e insustituibles.
Nuestras vidas se han convertido en una servidumbre a señores y masas, es decir, mentiras e ignorancia. Estos trastornos parecen deberse a fuerzas vibratorias que gobiernan el Universo, como reacción a poderes ilusos que gobiernan la tierra y crean ciclos cósmicos que nos arrastran a la felicidad o la desgracia.
La sabiduría antigua, abarcaba tantas cosas que han sido escondidas al conocimiento del ser humano para someterlo a la condición de ser esclavo del dinero, la moda, las creencias, la abstracción y la distracción, sus enemigos invisibles. Nuestro Ser Universal vive dividido en la percepción del tiempo y el espacio porque mientras nuestra naturaleza física biológica vive en el presente y el pasado, nuestra energía cuántica, nuestro ser de luz y poder vive en el futuro, en la infinidad de posibilidades que están a nuestro alcance y que las ignoramos…
El sol, en forma cíclica provoca trastornos en el hombre, en la tierra, en el sistema solar y en otras galaxias. El centro de la galaxia es un agujero negro que emite energía y altera el comportamiento del sol y el campo magnético de la tierra conforme se acerca en su curso a través del cinturón de fotones; los rayos gama a su vez afectan el ADN de los humanos de cuyos trastornos somos víctimas.
Lamentablemente, los signos del Siglo XXI llevan conexiones universales negativas, el orden mundial es contrario al orden natural, vivimos un estado vibratorio de miedo, violencia y desesperanza, de caos y guerra, está podrido hasta el núcleo, existe una red global que facilita la entrega de nuestro poder humano a psicópatas y cultores del ego y el dominio político-económico mundial. Es pues necesario conocer, qué energía recibimos y qué energía emitimos. Es urgente cultivar los principios de no conformidad, de pensar con responsabilidad, de sentir y actuar conforme con la consciencia, el corazón y la energía mental. El mundo ha sido hecho por una Inteligencia Superior, y diseñado con perfección, con amor y sabiduría. Todos juntos hacemos la realidad del mundo, pero fuerzas extrañas gobiernan la tierra por siglos y, hacen de políticos y pobres ignorantes, sus instrumentos dóciles y obsecuentes.
Estamos sintiendo señales de liberación integral y redescubrimientos que fueron patrimonio del pasado, el hombre tiende a recuperar su verdadero potencial o sucumbir ante los poderes que lo someten. La ciencia actual afirma que la mente humana tiene una capacidad de millones de bits por segundo y solo utiliza pocos miles de su gigante potencial: conoce solo cinco sentidos externos que lo engañan a menudo, y desconoce ciento cinco sentidos internos, porque vive preocupado con los problemas del día a día, que no son esenciales para el equilibrio personal, con la naturaleza y el Universo, y no penetra en su mundo interior donde moran las soluciones.
Todo lo que existe en el Universo es consciencia y energía y está a nuestra disposición en abundancia, porque nosotros somos también consciencia y energía, pero vivimos inconscientes, ciegos, esclavos de los vicios, la materia y la mentira, sin poder levantarnos de la caída original, y ser capaces de conquistar nuestra liberación y poder creador de seres libres y facultades concedidas por la Fuente Creadora.
