Del creciente número de actos de corrupción en los que están involucrados importantes adherentes y militantes del MAS y autoridades de gobierno, probablemente son dos los que muestran cómo el ejercicio del poder sin control, sin contrapesos y con propósitos de prorrogarse sine die, corroen el proyecto político que se postuló.
Se trata del robo de dinero en el Fondo de Desarrollo Indígena Originario Campesino (Fondioc) y las denuncias de corrupción en la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa). El objetivo de Fondioc fue apoyar a los sectores más empobrecidos del país mediante proyectos de desarrollo integral que les permita no sólo atender sus demandas más básicas e inmediatas sino crear las condiciones que garanticen un buen vivir en el transcurso del tiempo.
Mediante diversos métodos buena parte del dinero distribuido por esa entidad ha sido desviado a comprar lealtades políticas y las cuentas particulares de dirigentes y burócratas insensibilizados por el ejercicio impune del poder. Es decir, en este caso se observa el olvido radical de principios y promesas, para lucrar del aparato estatal, a costa de perjudicar aún más a los sectores más empobrecidos de nuestra sociedad.
En el caso de Emapa, hay que recordar que su creación respondió a la necesidad de garantizar la soberanía alimentaria en el país y, como parte de la estrategia, apoyar a los productores campesinos e indígenas mediante la dotación de insumos a precios accesibles y una adecuada regulación de precios en el mercado.
Lamentablemente, no sólo que su funcionamiento ha sido deficiente desde su creación –como se comprobó en varias crisis de producción alimentaria que el país ha vivido en este tiempo— sino que ahora se está traficando con insumos para beneficio de burócratas empoderados. Es decir, también en este caso se observa cómo el ejercicio sin control del poder termina corrompiendo conciencias y principios en desmedro de quienes, para peor, han creído en ellos e incluso algunos aún lo hacen en forma vicaria.
En nuestra historia es fácil ver el destino de procesos similares. Todas las experiencias en las que un grupo circunstancialmente en el ejercicio del poder ha buscado prorrogarse a cualquier costo en éste, ha terminado deslegitimando su proyecto político-ideológico y conduciendo al país a un derrotero de confrontación, cuyas mayores víctimas han sido los sectores sociales ya depauperados y a los que se ofreció atender.
En fin, los casos Fondioc y Emapa deberían abrir los ojos y los oídos de las autoridades y la sociedad.
Todas las experiencias en las que un grupo circunstancialmente en el ejercicio del poder ha buscado prorrogarse a cualquier costo, ha terminado deslegitimando su proyecto político-ideológico y conduciendo al país a un derrotero de confrontación