Si a los políticos “masistas” se los conoce por corruptos, mentirosos e ineficientes, a los políticos “antimasistas” se los debe conocer por ser doblemente mentirosos, doblemente corruptos y doblemente ineficientes. Esta introducción no busca justificar a ningún partido político, todo lo contrario busca exponer lo injustificable de todos los políticos.
Los antimasistas antes defendían a capa y espada el régimen del MAS, como Alex Contreras (ex vocero del gobierno), principal opositor en Cochabamba (en la actualidad).
En La Paz están: Amalia Pando, antes vocera masista en el canal estatal, Andrés Gómez Vela ex aliado del oficialismo (Bolpress) (Ministerio de Educación), hoy con un alarde de erudición escribe columnas de acero, usando ingeniosos trucos semánticos, para no verse envuelto en procesos judiciales. Pero la plaza mayor de los acezantes del poder político son los “antimasistas” de Sucre. Encabezando tenemos a la asambleísta Hilda Saavedra, quien antes glorificaba al presidente Morales, de una manera tan lambiscona que me recordaba a los tiempos del faraón Akenatón (hace 300 años atrás), Eusebio Cordero, célebre orador que antes aplaudía la gestión del Gobernador Esteban Urquizu, y que hoy la desportilla sañudamente, como muchos otros precandidatos del oficialismo, que no llegaron a ser candidatos porque el guiño de predilección del “jefazo” volcó su mirada hacia otro lado, hoy podríamos decir “al lado equivocado”.
Pero en toda esta historia hay que destacar el fenómeno de los “parientes pobres”, que cuando llegaron al poder echaron a patadas a sus “parientes ricos”, y los “parientes ricos” que fueron echados, se dedicaron a despotricar contra los “parientes pobres”, que a estas alturas son los “nuevos ricos”.
Y los “parientes ricos” que fueron echados con absoluta carencia de respeto por sí mismos y por los demás, aspiran a volver a conquistar el poder a título de ser “antimasistas”, tratando de conciliar su ineficiencia con un abrazo, adueñándose del “voto castigo” al oficialismo, y buscando dejar nuestra ciudad más jodida de lo que ya está.
En los próximos comicios electorales, tendremos que apoyar a todos aquellos que después de su triunfo, siguen siendo amigos del pueblo, y son sensibles con sus necesidades.
