Monsieur Vincent Bolloré, de 66 años de edad y conocido acaudalado francés, amigo del ex presidente de Francia Nicolas Sarkozi y dueño y ejecutivo máximo del renombrado “Grupo Bolloré,” se presentó a la policía de Nanterre, Francia, el 23 de abril de 2018, al haber recibido una citación de jueces que sospechan que gerentes de Bolloré S.A. hace años que utilizan la compañía de publicidad Havas, parte de Vivendi S. A., dirigida por el hijo de Vincent, Yannick Bolloré, para facilitar la elección de líderes de Guinea y Togo. Gilles Alix, ejecutivo del Grupo y socio de Havas, también fue detenido en París.
Bolloré es dueño de un conglomerado de 14,7 mil millones de dólares que monopoliza el negocio de los puertos de 16 países de África central y del oeste, de las islas Comores y de la Réunion, además de tener intereses importantes en cinemas, ferrocarriles, plantaciones en Asia y destiladoras de aceite de palma. Controla 25 puertos secos en países mediterráneos como Burkina Faso y Chad. De acuerdo a su portal de internet, controla el 13% de los negocios del continente africano. La fortuna de Bolloré alcanza 6,6 mil millones de dólares. Esto según Gaspard Sebag, de Bloomberg News. La noticia de la detención del magnate trascendió con mayor cobertura periodística fuera de Francia. Con todo, el mismo 23 de abril las acciones bursátiles de Bolloré S.A. cayeron en un 3.1% luego de haber caído un 6.1% el día anterior en la bolsa de París. Según el New York Times, personeros de la empresa ofrecieron cooperar con las autoridades y negaron haber practicado ilegalidades en sus operaciones internacionales.
Por otro lado, la autoridad judicial de Francia por años ha hecho la vista gorda de las fechorías de compañías francesas multimillonarias que operan internacionalmente desde hace marras no solo en África. Según Bloomberg News, también ha sido comparativamente blanda por ejemplo con Total S.A. a la que, después de 15 años de litigio, le impuso una multa de 897.123 dólares por corrupción, en un plan de petróleo por alimentos en Irak. En EEUU tuvo que pagar 500 veces más. Por corrupción en EEUU, compañías francesas pagaron: Technip S.A. 338 millones de dólares en 2010. Ese año Alcatel-Lucent SAS pagó 137 millones, Alstom S.A. 772 millones en 2015 por sobornos. BNP Paribas S.A. nueve mil millones en 2014 por violar sanciones. Esta multa motivó a la autoridad francesa a tomar cartas en el asunto. Así, en los últimos años las cosas han ido cambiando drásticamente de acuerdo al juge d’instruction Charles Duchaine, cabeza del Parquet National Financier (PNF), la nueva agencia anticorrupción de Francia, que acota: “El público no ve la corrupción sobre todo la de (que se practica por extranjeros en) un país lejano.”
El año pasado los legisladores franceses aprobaron una estricta ley anticorrupción que, entre otras cosas, obliga a las empresas con más de 500 empleados y 100 millones de euros en ingresos a adoptar medidas anticorrupción. Así el PNF está tras la Société Générale S.A. por presunta corrupción en Libia y, en combinación con autoridades del Reino Unido, está tras Airbus por pagar sobornos. El abogado parisino Nicolas Tollet, de Hughes Hubbard & Reed opinó: “La corriente anticorrupción francesa de hoy es única porque el estado francés ha intervenido.” La abogada francesa Lucie Mongin-Archembeaud, del bufete Osborne Clarke, dijo que Francia también podía luchar contra la corrupción, y que no necesitaba que EEUU diera la pauta. “Es un asunto de soberanía.”
