Está surgiendo el caos y el juego de intereses en torno al tema limítrofe de Chuquisaca con sus vecinos en el Chaco. Las instituciones involucradas tienen diferente opinión: gobierno, gobernaciones, YPFB, municipios, comités cívicos, parlamentarios, políticos y técnicos; cuando los antecedentes histórico-legales dan claridad y salvan las dificultades de este viejo problema, pero el generador del problema no dice nada…
Los intereses políticos y económicos de ayer y siempre pretenden nuevamente volver con el trillado recurso del avasallamiento, del fuerte que aprovecha su fuerza, la falta de información, la ignorancia de la historia y el tiempo que hacen creer que cicatrizaron las heridas y desaparecieron los compromisos…
La institución que dio origen al problema, es el Instituto Geográfico Militar (IGM) porque elaboró un mapa de Bolivia (Banzer-1976) que se presentó como “Carta Preliminar” –se tomó como referencial para este problema– y se toma como oficial en el país (¿?). Ese mapa contiene una cartografía con deficiencias que crea problemas limítrofes municipales, provinciales e interdepartamentales, incorporando cambios sustanciales en relación al anterior mapa oficial de Bolivia (1859) del mismo IGM elaborado desde 1842, y fundado en antecedentes históricos y jurisprudenciales que se omiten en el actual –por lo menos en lo que toca a Chuquisaca– aunque tiene también deficiencias técnicas.
Vamos a enumerar algunos errores y omisiones fundamentales: 1) En la zona de actual conflicto con Santa Cruz: Provincia Cordillera aparece como fundada el 23 de enero de 1826, eso es falso; porque esa provincia, no tiene ley de creación que la reconozca como tal, es producto de la expansión de facto, lo que existió fue la parroquia de “Gutierrez” (*) que posteriormente adopta el nombre de provincia Cordillera, suplantando la “Cordillera de Sauces” (Azero). Estos hechos cursan en la amplia documentación disponible. El mapa de 1859 considera esa zona como propia de Chuquisaca, basada en antecedentes de la “Intendencia de La Plata” y ratificado en el Auto ejecutoriado de 2 de febrero de 1794 de la Real Audiencia de Charcas, resultado de un litigio de límites de la provincia Tomina contra Santa Cruz. Por tanto, considerar cruceñas esas regiones y entre ellas “Incahuasi” es un total despropósito que solo puede deberse a una orden militar.
2) Un segundo aspecto que no se toma en cuenta es la Ley del Statu Quo vigente desde 1881 sobre Cuevo e Ivo (Azero) hasta nuestros días; con posterioridad creyendo cándidamente que podía ser una solución, se dieron las leyes inconstitucionales de 10 y 29 de noviembre de “Cesión territorial a Santa Cruz y Tarija” y, “Radicatoria de los Poderes del Estado en Sucre” ambas de 1898, la primera que incumplió con lo establecido en la CPE de 1839 y la Ley de 1890, que establecían procedimientos para la delimitación del territorio nacional, y por tanto nula de pleno derecho. Y la segunda con sangre y lágrimas…
La pregunta es: ¿Por qué el IGM hace valer la primera de cesión territorial, y no la segunda de compensación, si ambas son del mismo tiempo y jerarquía y, no reconoce la existencia de límites pendientes?... Además, todas sus bases legales son deleznables porque obedecen a un mapa (Minchin) que no pasa de ser un croquis fantástico. El IGM, con el mapa de 1976, permite que 32.000 Km2 pasen a Santa Cruz y Tarija como cesión gratuita, y, deja colgada en el vacío a Chuquisaca (¿?). Por eso tiene la obligación de dar fin al “entrampamiento” que se está provocando a raíz de estas imprecisiones.
Felizmente quedan aún documentos suficientes –a pesar de su pérdida en el Congreso Nacional de siete cuerpos de pruebas de esta cuestión– en la Sociedad Geográfica y de Historia de Sucre, en el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, el Centro Documental de la U.S.F.X. y el Archivo Eclesiástico, para volver una y las veces que sean necesarias para demandar los derechos, la justicia y la verdad que espera Chuquisaca por siglos.
(*) La provincia de “Gutierrez” ha sido considerada como Cercado de Santa Cruz porque su jurisdicción no ha pasado del límite arcifinio del río Parapetí en cuya margen izquierda están las misiones orientales.