¿Un ser multidimensional?

15/07/2018
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En estos tiempos de nuevas revelaciones, comienzan a desplomarse creencias, mitos y prejuicios, para despertar realidades escondidas discretamente al conocimiento del común de los hombres, sometidos desde mediados del Siglo 20 a una Matrix, es decir, condición de prisioneros, sino esclavos de pasiones, creencias, miedos e ignorancia para obedecer a una cúpula del poder mundial que empieza a desmoronarse.

Descubrimientos recientes han revelado la estructura física, emocional y mental del ser humano. La biología, la psicología y la física cuántica han logrado avances significativos a partir de la mecánica subatómica, donde no rigen las mismas leyes de la física newtoniana, sino del llamado y oculto mundo de los misterios y la incertidumbre que fueron ya patrimonio de la humanidad y las Escuelas Iniciáticas del Oriente en un pasado remoto.

El hombre es un ser multidimensional: Ser físico-biológico, emocional, mental, energético y Consciencia o Yo Superior. Está demostrado que la consciencia humana es un campo de energía magnética que ligado a los campos magnéticos de la tierra y el Cosmos hacen la Unidad Universal.

La Ley de Correspondencia “Cómo es arriba es abajo y Cómo es abajo es arriba” explica los fenómenos que en la actualidad tienen mucho que ver con los cambios de la consciencia humana, cuyas variaciones son reflejos de su pensamiento, sentimientos y conducta, y su influencia en los fenómenos naturales que alteran el medio ambiente en estos tiempos.

En esa línea, como la tierra es para el Sistema Solar, el corazón es para el Ser Humano. Entonces, el cambio real consiste en mantener la mente supeditada al corazón, esto es lograr coherencia. Es decir, poner en equilibrio, pensamiento, sentimiento y acción, vibrando en la misma frecuencia. En consecuencia, la incoherencia actual es fruto del desequilibrio que el hombre vive por desconocimiento de sí mismo, y por las agresiones recibidas del Sistema. Por lo que el comportamiento anormal del planeta se debe en forma cíclica a las fuerzas naturales y humanas que buscan un equilibrio sin poder lograrlo.

El hombre que es la “medida de todas las cosas” que de místico en el pasado, se ha transformado en extraño materialista en su propio hábitat, desorganizado, incapaz de servir a los demás, sin conocimiento cabal de su esencia y naturaleza, es en nuestro tiempo una pieza de la gran maquinaria destinada a crear poder, riqueza y, esclavizado, sino elimina en gran parte la humanidad a través de una Matrix y un Poder en la Sombra.

Los peligros para nuestra civilización y su destino final son el fraude de su modo de pensar, sus instituciones políticas, económicas y sociales, es decir su debilidad, y atraso en el conocimiento de las ciencias del humanismo, frente al materialismo dominante. El error es concebir lo material y lo espiritual como una dualidad de materia y espíritu –una separación inexistente– porque el espíritu es la consciencia de la vida, que distingue al hombre de los demás seres del planeta, y lo eleva a su nivel Supremo.

Somos incapaces de definir esa entidad profundamente misteriosa y divina, que se esconde en los planos infinitamente elevados del Ser Humano, la Cuántica y la metafísica, que al igual del misterio de lo infinitamente grande, ponen en aprietos al materialismo darwiniano, cuando plantea que no es la evolución de la materia que genera la energía, sino que la energía y la información, son inherentes a la materia.

Finalmente, como consecuencia, la reflexión de nuestro tiempo no debe encerrarse en buscar cómo lograr mayor poder y riqueza, porque resulta inútil un mundo de ilusiones vanas y de corto plazo, cuando se muestra al desnudo el absurdo de una vida sin sentido de eternidad.

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