El 26 de agosto fue un día dedicado a las personas de la tercera edad en Bolivia. Es así desde hace ya 70 años, cuando un Decreto Supremo así lo dispusiera como un gesto simbólico del lugar que se le debe asignar a este grupo etario entre las prioridades de la sociedad y sus gobernantes.
Siete décadas después, la necesidad de prestar más atención a este sector no sólo que no disminuyó, sino que aumenta anualmente. Es que en Bolivia, como en todo el mundo, se mantiene firme la tendencia hacia un envejecimiento de la población. Eso significa que la calidad de vida que espera en un futuro no lejano a quienes ahora están en plena actividad, depende directamente de las decisiones que se tomen ahora.
El desafío es enorme desde cualquier punto de vista. En términos estrictamente cuantitativos, las proyecciones indican que para 2050, en los países desarrollados, habrá el doble de personas de edad que de niños. Se calcula que el número de personas de más de 60 años llegará a 2.000 millones en 2050.
Según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por primera vez en la historia la mayoría de la gente puede esperar vivir hasta los 60 años o más.
En el caso de Bolivia se calcula que la población mayor de 60 años se duplicará durante los próximos diez años. Ese es uno de los grupos etarios que más rápidamente crece y ni el Estado ni la sociedad ni las familias ni las personas individualmente están preparadas para hacer frente al enorme reto que eso significa.
En ese contexto, Bolivia se destaca entre los países que más seriamente están afrontando el desafío. Así lo indica, por ejemplo, un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Fnuap), que ubica a nuestro país entre los que lograron mejores resultados. Ubica a Bolivia en el puesto 46 de un total de 91 naciones que fueron objeto del estudio.
Según esos datos, la situación de las personas ancianas es mejor aquí que en Colombia, México y Paraguay, entre otros países latinoamericanos cuyos Estados estarían haciendo menos esfuerzos para mejorar la situación de su población de la tercera edad.
Sin embargo y a pesar de lo importantes que son los pasos dados, es todavía mucho lo que queda por hacer. Y, como lo hacen notar las organizaciones especializadas en el tema, no se trata sólo de políticas de Estado sino, y muy principalmente, de la actitud de toda la sociedad. R
A pesar de los importantes pasos que se han dado a favor de las personas de la tercera edad, es todavía mucho lo que queda por hacer. Y, como lo hacen notar las organizaciones especializadas en el tema, no se trata sólo de políticas de Estado sino, y muy principalmente, de la actitud de toda la sociedad