Nadie puede negar que estamos en las puertas del abismo. El comportamiento del Sistema Solar y nuestro planeta lo confirman. Aceleración y variaciones del eje y el tiempo, ansiedad y desesperanza, ambiente hostil, voracidad por poder y dinero, injusticia, ignorancia, fanatismo, avaricia, etc. Todo de mal en peor… Y, los llamados a enseñar y guiar, contribuyen con irresponsabilidad, fuerza y energía negativa, a la destrucción del sistema vigente.
Frente a esta vorágine, es necesario meditar con reflexión positiva y equilibrada, porque de otra manera lo único que haremos, será acrecentar la hoguera de un infierno que nos abrazará a todos, cuando estamos a tiempo de enfriar la mente, el pensamiento, la conciencia y el ambiente para explorar posibles paliativos a la situación.
Hay una gran cantidad de información que no se difunde, que se mantiene escondida a la humanidad; información que significa su supervivencia y futuro. Se prefiere la distracción: el cine, la TV, el deporte, la belleza y el ajetreo político como estrategias alternativas. Es necesario saber e informar al pueblo, para protegerlo de los riesgos naturales que acechan al planeta, así como preservarlo de los riesgos del “poder en las sombras” que nos tiene atrapados por siglos y al cual sirven con obsecuencia los poderes periféricos.
Lamentablemente, somos víctimas de la manipulación, la desinformación y la mentira inferida a los pueblos como instrumentos de la política, que masas incautas y miedosas creen y aceptan como verdades, promesas incumplidas una y otra vez. En el fondo, es la misma práctica utilizada por el “Nuevo Orden Mundial” que con dinero y ofertas busca su poder totalitario y esclavista, y cree que ha llegado el momento de someter al mundo entero al dominio de un solo gobierno, una sola religión, una sola moneda, una sola identidad, y una sola sociedad, donde el 1% de los seres humanos domine al 99% de la masa social, reducida en dos terceras partes.
En esas circunstancias, surge el despertar de una masa crítica que revitaliza sus energías y parece reaccionar de diferente manera, unos mediante el poder espiritual y el conocimiento de un universo inteligente, y otros con violencia y rechazo, furia, muerte e ira salvaje, porque la política, la injusticia social y económica, y la ignorancia de los derechos humanos vulnerados no tienen límite. La tarea de liberación de la humanidad de su sometimiento e injusticia, debe empezar por analizar, aprender y descubrir todo lo que aceptamos hasta hoy como verdades; poner en duda y rectificar muchos de los conceptos que han formado parte de nuestra conducta cotidiana. El hombre es ególatra por naturaleza, debe abrir su mente a nuevas ideas, no creer que su pensamiento es la única verdad. Es necesario ser flexible y no devaluar el pensamiento de los demás, esa es la clave de la sabiduría, tener la mente abierta a todo lo que llega a nosotros…
Debemos también practicar la solidaridad y la ayuda a nuestros semejantes, la familia y los amigos, no podemos hacerlo más allá, debemos avanzar desde esa realidad. La gente necesita ayuda frente a la arremetida de nuestro tiempo: fuerzas que destruyen la familia, desbaratan la educación, reducen la población, alientan la violencia, proyectos como MK-Ultra, música satánica destructiva del alma, la belleza y el placer. Es necesario el cambio para elevar la frecuencia de nuestra vibración energética, para conquistar la verdadera libertad; evitar una sociedad dual conflictiva, no dejarnos llevar por el odio, la separación, la tendencia a romper la unidad por cualquier motivo, la corriente del NOM que consiste en disgregar todo y a todos, como política del poder.