El comunicado con el membrete del Ministerio del Trabajo era tan perfecto que nadie podía dudar de su autenticidad. Decía provenir de la Dirección General de Trabajo, Higiene y Seguridad Ocupacional y hasta llevaba la firma y sello del titular de esa cartera. Según su contenido, se disponía asueto de media jornada laboral “a partir de horas 12:30 el día lunes 19 de noviembre del presente año, para todos los hombres del Estado plurinacional de Bolivia que trabajan en el sector público y privado”.
¿Cuál era el motivo para semejante concesión? Pues el Día Internacional del Hombre, una conmemoración que pocos, o casi nadie, conocían. Según se difundió en las redes sociales, la fecha fue propuesta por Thomas Oaster, profesor de la Universidad de Missouri con sede en Kansas, que habría obtenido apoyo para ello de la mismísima Organización de las Naciones Unidas.
Membrete, sello, firma, motivo… todo parecía estar en regla, incluso la norma que daba pie a la conmemoración, el Decreto Ley No. 07352 del 5 de octubre de 1965 que fijaba al 19 de noviembre como el Día del Hombre en Bolivia.
Los hombres saltaron de alegría y se prepararon para la celebración. ¡Tendrían asueto de medio día! Sin embargo, no faltó la mujer que advirtió que la norma referida no es la que fija el Día del Hombre sino… el Día de la Mujer Boliviana. Fue fijado como tal en la fecha señalada por el entonces presidente René Barrientos Ortuño en homenaje al nacimiento de Adela Zamudio que, además de escritora, fue una luchadora por los derechos de las mujeres. Por tanto, hasta la fecha estaba equivocada porque el Día de la Mujer Boliviana no es el 19 de noviembre sino el 11 de octubre.
Los hombres no hicieron mucho caso y siguieron compartiendo el comunicado. Pocos se tomaron la molestia de verificar si las advertencias eran ciertas. Sólo se dieron cuenta de su error cuando el propio Ministerio del Trabajo emitió otro comunicado señalando que el del supuesto asueto era falso. La desilusión estuvo acompañada de asombro por la calidad de la falsificación. Parecía un comunicado auténtico… la magia del Photoshop…
Pero… ¿qué hay de cierto y qué es falso del ahora famoso Día Internacional del Hombre? Para empezar, confunde el uso del nombre de la Universidad de Missouri cuyo nombre completo es Missouri-Columbia pues su sede es la ciudad de este último nombre, no Kansas. Al parecer, la mención a Kansas es una referencia a una especie de subsede en la que Oaster es profesor asociado.
La directora del programa Mujeres y Cultura de Paz de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), Ingeborg Breines, considera que fijar un día dedicado al hombre es “una excelente idea que proporcionará un poco de equilibrio entre géneros” pero eso no llevó a una declaratoria oficial.
En Sucre, la Red Interinstitucional de Lucha contra la Violencia aprovechó la fecha, cuya conmemoración se ha extendido por cientos de ciudades en el mundo, para impulsar la conformación de un Comité Municipal de Masculinidades, que promoverá la reflexión sobre las construcciones machistas, el autocuidado y los modelos masculinos positivos.
Fijar un día para festejar al hombre en países como Bolivia suena como un mal chiste donde, pese a los avances en la legislación, todavía existe un alto porcentaje de violencia hacia la mujer que se traduce con espantosa frecuencia en feminicidios; sin embargo, el objetivo de esta conmemoración es cuestionar justamente el origen de esa violencia.
Mientras la comunidad internacional debate oficialmente sobre la conveniencia de que se fije esa fecha o no, en Bolivia debería reflexionarse sobre cuánto valor tiene una Ley Integral contra toda forma de violencia hacia la mujer si ésta no ha logrado frenar los feminicidios, ni siquiera bajar su tasa.
Y es que, como cuando se habla de la posibilidad de un festejo, o suspender el trabajo con cualquier motivo, el problema no son las leyes ni las declaratorias, sino la educación de las personas.
