Existe el error generalizado de creer que los incas eran los únicos habitantes de esta parte de América antes de la llegada de los españoles. En un grupo más reducido de personas se sabe que antes de los incas existió la cultura Tiwanaku y… eso es todo.
La verdad, que solo conocen los historiadores, es que los llamados incas fueron invasores que se expandieron desde el Cusco en un tiempo más bien tardío, entre los siglos XV y XVI. Con sus conquistas cubrieron un territorio de unos dos millones de kilómetros cuadrados entre el océano Pacífico y la selva amazónica. Se llamó Tawantinsuyu.
Los pueblos que conquistaron son las naciones preincaicas, aquellas que existieron en el occidente boliviano desde los tiempos de Tiwanaku y quizás anteriores. El documento de 1582 conocido como “El Memorial de Charcas” menciona hasta 17 naciones o culturas previas a los incas: Charkas, Qhara Qhara, Chuwis, Chichas, Karanga (Carangas), Quillacas, Soras, Uru Quilla, Qullas (collas), Lupaqas (lupacas), Pakajaqi (Pacajes), Uru Willka, Qanas, Qhanchi, Larikaja (Larecaja), Leko. Las siete primeras ocupaban lo que hoy son los departamentos de Potosí, Chuquisaca, Cochabamba y parte del norte argentino y chileno.
Representantes de tres de esas naciones –Qhara Qhara, Lupaca y Soras– integran la marcha que partió el 6 de febrero de la capital del Estado, Sucre, con rumbo a La Paz, exigiendo que se aplique la Constitución Política del Estado en la titulación de tierras y la jurisdicción indígena originario campesina.
Como se trata de pueblos con antigüedad inmemorial, muchos tienen documentos coloniales que demuestran su derecho a la tierra, pero el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) los ha soslayado y ha preferido entregar títulos a terceros, a representantes de sindicatos muy probablemente vinculados al Gobierno.
Al momento de escribir este artículo, la marcha ya había pasado por Potosí y se dirigía a Oruro. La gobernación potosina intentó mediar para la instalación de un diálogo en la Villa Imperial pero, desde La Paz, las autoridades del poder central entorpecieron el acercamiento.
Por la rapidez con la que avanzan y la resolución que han demostrado, lo más seguro es que llegarán caminando a La Paz donde pretenden plantear personalmente sus reclamos.
En 1778, Tomás Katari hizo lo mismo. Caminó desde Macha, capital de la nación Qhara Qhara, hasta Buenos Aires, capital del virreinato, para reclamar por sus derechos. Las autoridades virreinales lo atendieron. Falta saber si los del Estado Plurinacional harán lo mismo.