Un hecho extraordinario es precisamente eso, algo fuera de lo normal y eso lo convierte en noticia. Los hechos comunes y cotidianos, como las entregas de obras, no entran en ese rango y eso lo sabe cualquier estudiante de Ciencias de la Comunicación.
Existen diferencias sustanciales, marcadas y evidentes entre el periodismo, que es la actividad mediante la cual se informa a la ciudadanía de asuntos de interés común, y la publicidad que no es otra cosa que la “difusión o divulgación de información, ideas u opiniones de carácter político, religioso, comercial, etc., con la intención de que alguien actúe de una determinada manera, piense según unas ideas o adquiera un determinado producto”.
Por ello, mientras el periodismo buscar avisar que ocurre algo, la publicidad intenta llevar al público hacia determinada dirección. Desde ese punto de vista, el periodismo es neutral, porque se limita a mostrar, mientras que la publicidad es tendenciosa: pretende conseguir que las personas actúen en función a determinados intereses.
Pero, además de estas dos actividades, existe una tercera que es la propaganda que, lejos de lo que se puede creer, no es lo mismo que la publicidad. Por su esencia, la propaganda es “una forma de comunicación que tiene como objetivo influir en la actitud de una comunidad respecto a alguna causa o posición, presentando solamente un lado o aspecto de un argumento”. Por lo que se ve, lo que hacen los políticos no es publicidad sino propaganda ya que muestran sólo su percepción de la realidad o aquello que les conviene.
Aparentemente, al actual gobernador de Chuquisaca no se le ha explicado estas diferencias y esa es una terrible omisión de las personas encargadas de asesorarle sobre temas comunicacionales. A causa de ello, la autoridad emite constantes exabruptos, particularmente en contra del diario CORREO DEL SUR al que ha convertido en el blanco preferido de sus ataques.
Las últimas expresiones públicas en ese sentido confirman nuestras afirmaciones. En un acto en el que entregaba semillas a los damnificados por los desastres naturales, el Gobernador se quejó porque CORREO DEL SUR haya informado sobre sucesos extraordinarios como los efectos de las lluvias en el río Quirpinchaca y los gusanos que aparecieron en el estadio Patria.
Un hecho extraordinario es precisamente eso, algo fuera de lo normal y eso lo convierte en noticia. Los hechos comunes y cotidianos, como las entregas de obras, no entran en ese rango y eso lo sabe cualquier estudiante de Ciencias de la Comunicación.
Pero Urquizu no lo sabe y además, en palabras que rayan en la ingenuidad, llegó a decir, textualmente, que “lindo sería que nuestras concentraciones así debería replicar (el periódico), este acto que estamos, yo necesito que informen”. Y ahí está, precisamente, la clave de la inquina que el Gobernador tiene con el diario chuquisaqueño: él necesita que se informe lo que él quiere, pasando por alto su misión periodística. Él ni siquiera quiere publicidad… busca propaganda allá donde sólo se debe encontrar periodismo.
Es triste que aquellas personas que deben orientarle permitan que siga cometiendo equívocos en ese sentido.
En lugar de exasperarse porque no se le haga propaganda, el Gobernador de Chuquisaca debería dirigir su atención a temas más importantes como, por ejemplo, la importancia que tiene el patrimonio natural, cuya fragilidad fue advertida en los conversatorios que se realizan los segundos jueves de cada mes en la capital del Estado.
Otras autoridades avanzan, o al menos procuran hacerlo en ese sentido. Será la ciudadanía la que juzgue.