El mar no está perdido

24/03/2019
PUBLICITE AQUÍ

El pasado viernes, fue presentada en el ABNB, la obra del distinguido amigo y Dr. Víctor Sánchez Sea: “De las costas del Pacífico a la Haya”, como un homenaje al 23 de marzo de triste recuerdo. Por los comentarios, el libro reviste gran actualidad e importantes análisis que agradezco y felicito, a la vez que recomiendo su lectura. Este problema que debería ser de estudio riguroso y obligatorio para los bolivianos, lamentablemente tiene escasa, incompleta y dispersa información –y lo que es peor– manipulada por la clase política, cuya decadente moral no permite tomar nada con seriedad.

Bolivia no puede perder de vista que Charcas es, histórica y geográficamente, el núcleo capaz de aglutinar al sur del continente, por sus profundas raíces originales, que el regionalismo y la política interna han ignorado inexplicablemente. Para recuperar ese eje matriz, es necesario cambiar nuestra visión de país desintegrado y plurinacional, para dar paso al restablecimiento de su rol geopolítico integrado, núcleo de cohesión y centro de equilibrio subcontinental.

Después de la mal llamada “guerra federal” (1898-99) Bolivia rompe ese centro integrador e ingresa al siglo XX como historia de fracasos, desequilibrios y pérdidas territoriales externas e internas y la consolidación de nuestro destino mediterráneo. El Tratado de Paz y Amistad con Chile, en 1904, tuvo fuertes componentes regionales, no interesaban las costas bolivianas, sino Tacna y Arica. (Ver “Anotaciones para la Historia de las Negociaciones Diplomáticas con Perú y Bolivia 1900-1904” Bello Codecido). Un Acta Preliminar suscrita en 24 de diciembre de 1903 durante una breve misión diplomática de Claudio Pinilla en Santiago, con el Ministro Exterior de Chile Agustín Edwars, establecía lo siguiente: “a) Bolivia renunciaba para siempre a puerto en el Pacífico. b) Chile construiría un FF.CC. de Arica al Alto de La Paz. c) Chile reconocía a favor de Bolivia libre derecho de tránsito por su territorio”. (Chile y Bolivia. Un largo camino. Carlos Bustos pág. 95)

La miope política exterior boliviana sigue con su fallida y revanchista búsqueda de un corredor en el Norte, mientras Chile desarrolla una política de primer mundo con miras a su inserción en los mercados mundiales, abriendo ventanas de oportunidad con el Asia-Pacífico en el Sur, mediante un moderno puerto en Mejillones por donde sale actualmente una parte de la exportación minera boliviana y a futuro, la gigante carga brasileña. Para ello, Bolivia debe dejar la emotividad política en el tratamiento de tan importante problema. Una manera civilizada y moderna de avanzar en paz, es mediante un proceso de integración con desarrollo; este tipo de soluciones proactivas, reales y equilibradas pueden acabar con los males de la dependencia, la pobreza y la injusticia que pesan sobre el continente de una manera cruel y sostenida.

Por eso compartimos con el Dr. Ricardo Anaya Arce, intelectual y político boliviano, en su visión de una “Reintegración Marítima de Bolivia en el Marco de Desarrollo e Integración Latinoamericanos” (1962) sobre bases de una complementación. a) Que la aspiración marítima de Bolivia no podrá ser abandonada jamás por este país; b) Que por tanto, es un problema que preocupa no sólo a los países involucrados sino a toda América Latina; c) Que en los tiempos que corren, los problemas deben resolverse a través de soluciones totales del desarrollo y la integración; d) Que debería buscarse una manera de lograr que Bolivia y Chile se avengan a aceptar que un sector de la costa boliviano-chilena situada sobre el Pacífico, sea declarada Área de Desarrollo Regional y a convenir que, los países involucrados, tengan acceso a corredores de libre tránsito, ríos y recursos comprendidos en el Área, dentro de un sistema de aprovechamiento que contemple, equivalentemente, recíprocos intereses; e) Que los organismos internacionales de crédito y cooperación deberían financiar los recursos necesarios para el desarrollo del Área; f) Que las universidades –dejando de lado los intereses políticos– tomen a su cargo el estudio de la idea en sus distintas proyecciones y levanten investigación sobre los factores económicos, sociales y culturales que intervienen en el problema, así como sugerir las modalidades que se podrían imprimir a las distintas soluciones. Tales estudios podrían comprender el inventario de los recursos naturales de la zona, los sistemas de complementación económica, los mercados, la estructura de la población, la reacción cultural, etc.

Para alcanzarlo, es necesario promover la paz, la justicia y el equilibrio; el fin del abuso, la mentira del mandón y el avasallamiento del más fuerte. Es lograr la ascensión de la humanidad a las cumbres, evitando su precipitación en los abismos…

 

Compartir:
Más artículos del autor


Lo más leido

1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
Suplementos


    ECOS


    Péndulo Político


    Mi Doctor