Varias veces, en esta columna, nos hemos referido a la labor del Comité Custodio del Patrimonio Arquitectónico, Histórico y Cultural, creado por la Sociedad Geográfica y de Historia Sucre el año 2012 con objeto de preservar nuestro patrimonio, como dice su propio nombre. Ese Comité, integrado por varias instituciones y personalidades de Sucre, determinó convertirse en Fundación para lo que se siguen los trámites legales que corresponden.
El objetivo, desde el primer día, fue trabajar en absoluta cooperación y por supuesto cordialidad con las autoridades de turno lo que no siempre es posible, como en la gestión municipal actual, en la que ni siquiera se pueden llevar a cabo las reuniones acordadas, por uno u otro motivo.
Debido a esa falta de encuentro, comunicación y acción, existen tareas pendientes que se pueden sintetizar brevemente:
Deficiencias en el aseo de la ciudad, en los ingresos por carretera, en educación, en información, etc. ¿Dónde estarán las llamadas tricibicis que se adquirieron junto con los contenedores? ¿Por qué no se pudo llegar a un acuerdo con la empresa española u otra para llevar a cabo un plan integral que solucione el problema de la basura?
¿Por qué no se planificó la ampliación y reparación de aceras y sólo se hicieron trabajos incompletos y dispersos?
¿Por qué no se utiliza la planta asfaltadora que la Alcaldía compró en la anterior gestión cuando las calles están llenas de huecos?
¿Por qué no se toman medidas para solucionar o por lo menos disminuir los problemas de tráfico en nuestras congestionadas calles? ¿Por qué no se hace conocer y se implementa en su caso el plan elaborado por la CAF que, según se dice, duerme en la Alcaldía desde hace más de seis meses?
¿Por qué no se supervisa el mantenimiento y conservación de los dos barrios blancos que con buen criterio llevó adelante la Alcaldía en la Recoleta y Surapata y nunca concluyó el de San Roque?
En cuanto al cableado subterráneo, gracias a una acción conjunta entre la entonces senadora Sifuentes, actual Ministra de Desarrollo Productivo, y el Comité Custodio, se inició una campaña de coordinación con las instituciones involucradas (Cessa, Entel, Cotes, Tigo y Viva) supervisada por el Director de Alumbrado Público de la Alcaldía para primero retirar los cables no energizados, lo que se cumplió en las primeras dos cuadras alrededor de la Plaza 25 de Mayo, y se espera la evaluación de las instituciones mencionadas para continuar con esa tarea y para cubrir los existentes con “tapacables” hasta lograr el financiamiento y alcanzar el objetivo integral.
En cuanto a la iluminación, se ha destacado la labor de Alumbrado Público de la Alcaldía que en diciembre del año pasado sorprendió a la ciudadanía con la iluminación de fachadas en la plaza principal y la reposición de la iluminación de la torre de la Iglesia Catedral.
Se termina esta nota con el tema más importante: ¿Y la restauración de las torres y de los templos que constituyen nuestra riqueza arquitectónica?
Para los que están convencidos de que el turismo será el futuro de nuestra ciudad, la agenda sintética anterior es indispensable. Se precisa una acción conjunta, pero ¿quién lidera la acción?