Escuché que en décadas pasadas ya hubo ideas para introducir en Sucre el tren eléctrico. Parece un medio de transporte de épocas pasadas, pero con la apuesta mundial a usar la electricidad como combustible amigable con el medio ambiente y más eficiente, su importancia puede revivir. De hecho, en Cochabamba ya se está invirtiendo en un proyecto de mayor envergadura. No sé por qué las ideas anteriores no se volvieron realidad, pero valdría la pena considerar de nuevo los planes ahora, en tiempos de saturación vehicular en el centro de la ciudad y cada vez mayor observación a la contaminación del aire.
El tren debe tener una circulación continua, cubrir rutas estratégicas y estar conectado con las rutas de otras formas de transporte público. Las rutas podrían cruzar el centro, pasando por el Mercado Central y la plaza, donde aportará un aspecto pintoresco, y tener estaciones en puntos cardinales alrededor del mismo centro histórico. De hecho, sería un trabajo interesante diseñar los recorridos y ver cómo se integren las líneas y paradas en las calles coloniales. Sería como los tranvías que juegan un rol de transporte esencial en muchas ciudades.
No necesita llegar a todos los barrios fuera del centro, donde la densidad de tránsito es menor, ya que para eso sigue habiendo los micros. La conexión entre el sistema de tren electrónico y el resto de servicio de transporte público debe ser óptimo en cuanto a traspase físico. Se podría establecer un sistema de pago inteligente, donde uno paga por la distancia que ha corrido con el medio de transporte, usando tarjetas electrónicas. Así, ya no hay la necesidad que todas las movilidades vayan de la periferia hasta el centro.
¿Qué ganan los micros con esto? Es una pregunta importante, ya que son un actor esencial para el transporte público, además de poderoso. Si veo las cuadras llenas de micros en fila, me parece clara la ventaja: más fluidez en su movimiento y por ende más eficiencia en el uso del micro. Si hay una buena conexión con el tren electrónico, la gente va a usar más el micro en vez de menos, ya que garantiza que llega más rápido a su lugar de destino y no hay necesidad de preocuparse de un lugar de parqueo para el auto.
El centro de la ciudad gana obviamente con menor contaminación y mejor aspecto del uso de las calles. Algo muy importante para una ciudad con ambiciones turísticas. O sea, podría ser un factor en el crecimiento turístico, que trae ingresos para muchos sectores de Sucre.
No será fácil la introducción, pero puede ser en fases, por líneas que crucen de un lado a otro el centro de la ciudad.
Quizás la apuesta por un tren no es la más factible y se puede pensar en buses eléctricos, con mayor flexibilidad y menor inversión, aunque también con menor estética. La apuesta por energía eléctrica para el transporte público en el centro es sin duda acertada, como se puede ver en las innovaciones en este campo en otras partes del mundo. Y podemos debatir más sobre su mejor forma.