El año pasado recibí la visita de mi cuñado, que es ingeniero de tráfico, una carrera especializada en su país que es uno de los más densamente poblados en el mundo, por ende, con una gran presión sobre el uso del sistema vial. Aunque estuvo de vacaciones, no pudo dejar de comentar algunas particularidades del tráfico en Sucre. Me gustaría compartir dos puntos, como ideas de fácil aplicación para mejorar el flujo de motorizados.
Las rotondas son una excelente ayuda para facilitar el flujo de vehículos, aunque tienen sus límites cuando el tráfico es demasiado trabado. Sin embargo, para surtir efecto se debe implementar una regla adjunta, que es que el tráfico que se encuentra en la rotonda y necesita salir de ella tiene preferencia sobre el tráfico que quiera entrar. Así, la rotonda descongestiona en vez de volverse un punto de embotellamiento. Parece lógico, pero la práctica diaria en Sucre muchas veces es al revés y los autos quedan trancados en la rotonda. Se podría instalar señalización al respecto, pero obviamente son los choferes que deben respetar esta regla simple, que en la práctica significa que al acercarse a la rotonda se debe dejar pasar al tráfico que viene de la izquierda, que ya está en la rotonda. Así se abre espacio en la rotonda y todos se benefician.
El otro punto que menciono es la aplicación de carriles en las calles y avenidas. Varias de las vías tienen una anchura que no es utilizada óptimamente. Un ejemplo claro es la Avenida Marcelo Quiroga Santa Cruz: fácilmente se pueden hacer 3 carriles de subida y 3 de bajada. Ahora se utiliza un carril para parqueo y taller mecánico y en muchas partes solamente se aprovecha uno más. Hasta me ocurrió una vez el extremo que al querer bajar al lado de otro auto, porque tranquilamente había el espacio, el chofer se enojó.
Otro ejemplo, donde más bien los choferes parecen entender mejor el uso de la vía que los responsables de la señalización, es la parte de la doble vía de la bajada del Abra hacia Alcantarí, donde, felizmente, se forman dos hileras de movilidades, pese a que la de la derecha debe pasar justo por encima de la línea de división de carriles. Siempre me saca una sonrisa esta desobediencia civil de sentido común.
Fuera de estos ejemplos hay muchos lugares más donde con creatividad se puede usar más óptimamente la vía. Hasta la primera parte de la avenida Juana Azurduy de Padilla, ahora la única parte que aún no tiene doble vía, se podrían hacer dos vías de subida y una de bajada; ya que en las subidas es más necesario poder pasar al tráfico lento. Práctica común en países montañosos.
Para esta optimización del uso de carriles es importante una buena señalización, con letreros de apoyo, que indican la existencia de dos carriles para el flujo de autos. Una buena práctica adicional es que el carril a la izquierda, para el tráfico más rápido, sea ligeramente más angosto, induciendo a que los vehículos más anchos de tráfico pesado utilicen el carril de la derecha.
Mi cuñado ya se fue hace tiempo y disfrutó mucho del Sucre turístico. Quizás su visita aún puede dejar un beneficio adicional para la ciudad.