Todas y todos

Gastón Solares Ávila 04/12/2019
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En cuestión de género, se ha vuelto un caos nuestro hermoso idioma y cada vez resulta más desagradable escuchar entrevistas y disertaciones saturadas de “todos y todas” en cada frase, porque todos se cuidan de decir algo, temerosos de que las mujeres se ofendan porque no se las estaría tomando en cuenta, lo cual es un absurdo.

No sé dónde está el origen de este atentado al idioma, pero se supone que viene de los gobiernos populistas en los que los integrantes y especialmente los candidatos, se regocijan insistiendo en aquello de “todos y todas” para ganar votos porque creen que el bello sexo femenino estará feliz de ser tomado en cuenta individualmente, otro absurdo.

Cuando se dice conciudadanos por ejemplo, el plural masculino incluye a ambos géneros, referirse por separado solo se justifica cuando son palabras diferentes como damas y caballeros, hombres y mujeres, etc.

Lo peor es que la proliferación del absurdo ha llegado inclusive a la madre patria porque en el Reino de España, por supuesto en el lenguaje político, todos se han contagiado de este atentado al idioma de Cervantes.

En Bolivia, ahora que por segunda vez en la historia tenemos a una mujer como primera mandataria, unos la llaman incorrectamente presidenta y otros, correctamente, señora presidente. Decir presidenta porque la persona que ejerce el poder es mujer no tiene sustento.

El médico atiende a un paciente, no a una pacienta, a un adolescente, si es mujer, no se le dice adolescenta, ni a una mujer comerciante se la debe llamar comercianta. Por favor basta ya de tanta estupidez. Ojalá lo entiendan todos y todas. ¿Verdad que es redundancia?

Ahora que vuelve a la Casa Rosada la señora Fernández, se reiterará aquello de presidenta o vicepresidenta, lo que ya ocurría en la época del señor Kirchner, tanto por motivos ideológicos como por ignorancia de la gramática española.

Ha llegado a tal extremo el abuso que se hace tratando de halagar a las mujeres que el femenino se ha vuelto una estupidez y el masculino también. La cita que ejemplifica esta afirmación es el discurso de eterna memoria del actual gobernante venezolano cuando lo visitó un “pajarito”.

Los sustantivos terminados en “e” son neutros: presidente, gobernante, gerente. No se dice presidento, gobernanto o gerento. Hay profesiones terminadas en “a” como dentista, artista o concertista y designan ambos géneros, masculino y femenino.

Otro error fatal que se comete es al usar el cual o la cual y no solamente entre políticos, sino hasta en radio y televisión. Es frecuente escuchar noticas como: “Hubo un enfrentamiento, en “la cual” hubo varios heridos”. El pronombre debe tener el mismo género que el sujeto.

Es bueno recurrir a gente especialista como a la profesora Alicia Vargas y a su libro “Hablemos con propiedad”, o a “Gramatiquerías” de Carlos Walter Urquidi y a muchos otros de quienes se toman los ejemplos de esta nota. Es urgente cuidar el idioma y respetar la gramática. Basta ya de todos y todas y de las otras aberraciones.

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