El tema del abastecimiento de alimentos en el actual confinamiento me causa por una parte una gran preocupación, pero por otra parte también veo que una gran oportunidad para la innovación se está volviendo realidad.
Las medidas de prevención contra el coronavirus lógicamente priorizan lo médico. Con los limitados recursos hasta el momento se ha podido evitar casos positivos en Sucre. Sin embargo, a partir del momento que el virus llegue de verdad, para la mayoría de la población será la alimentación el elemento más importante para su defensa. Una buena nutrición, variada e incluyendo abundantes vitaminas y minerales, será la mejor garantía para disminuir el impacto, ya que aún no existen vacunas y medicamentos específicos, y su llegada puede demorar meses.
Un buen sistema de abastecimiento de alimentos de calidad, frutas y hortalizas, lácteos, es esencial. Vivir de papa, arroz y pasta no es suficiente. Felizmente, con el nuevo decreto nacional ya se abrieron los mercados cada día de la semana, evitando la aglomeración de compradores y el riesgo de contagio en las cuatro horas por semana antes ordenadas en Sucre. Es muy importante que se mantenga la fluidez de los canales de abastecimiento: para que los productos perecederos, como fruta y verduras, no se echen a perder o deterioren de calidad, para que las vendedoras sigan trabajando y ofreciendo sus productos y que los mayoristas garanticen la llegada y distribución. Además, una continuada demanda incentivará a los productores a seguir produciendo la elemental nutrición para la población. Está muy bien que las restricciones ahora se concentren en el movimiento del consumidor, y ojalá en la salubridad al lado de la venta.
Y la innovación se está dando con la entrega a domicilio. Es una de las actividades que ha crecido enormemente a causa del coronavirus: en Estados Unidos empresas especializadas como Amazon y Domino Pizza están contratando miles de empleados nuevos para responder a la demanda surgida de la gente que no sale de sus casas por medidas de confinamiento. Entonces, es un buen momento para mejorar e incrementar estos servicios de entrega a domicilio y al comercio minorista, enfocando en productos y alimentos sanos, medidas sanitarias en la preparación y entrega, información y precios. Un buen ejemplo es la oferta de la Asociación de Productores Urbanos de Sucre, que se han organizado para recibir pedidos y entregar paquetes de verduras a la casa. Una sana alternativa a las compras en el mercado. Para los productores de alimentos es un estímulo de producir más y mejores frutas y verduras que llegarán de forma más directa y limpia a los consumidores o las tiendas minoristas.
La PIL y Okarikhuna, otros productores locales, han entrado con el mismo servicio. Obviamente, también se podrá fomentar formas de distribución similares a partir de mayoristas, ya que por el momento no toda la alimentación de Sucre es producida en la ciudad y sus alrededores. Supermercados ya van por este camino. Finalmente, hay trabajo para las empresas de informática, para desarrollar aplicaciones específicas que faciliten las transacciones y pagos e informen sobre demanda, oferta y precios.