¡Qué sorpresa me han dado cuando el 19 de marzo encendí mi pequeña Sony y estaba siendo saludada por la nueva emisora: Correo del Sur Radio!
¡Brillante! —pensé— y en la época en la que más y más lector@s están usando el internet y disminuye la compra de periódicos del kiosco. Y brillante, además, por compartir las ondas con la Radio La Bohemia, con el sabor de la música chuquisaqueña.
Este nuevo medio tiene dos cualidades únicas. La primera es que, en contraste con l@s periodistas que desde la universidad se enfocan en las ondas radiales, est@s provienen de la letra de molde. ¿Qué significa esto? Piensan distinto. Tienen su propio estilo, la característica central de informar a l@s oyentes con más detalle y más profundidad que muchas otras estaciones. He disfrutado reportajes sobre las “noticias” falsas a menudo halladas por las redes sociales, sobre lo que están vendiendo en el Mercado Campesino y sobre una alcaldía de Chuquisaca que está regalando comida a un pueblo del departamento de Santa Cruz.
La segunda cualidad que hace especial a Correo del Sur Radio es que, en general, l@s trabajadores no son expert@s en manejar la radio. ¿Es una sorpresa que digo esto? Quizá tenga una visión distinta. Trabajé en radio en EEUU produciendo comentarios y documentarios por KUNM-FM, en el sudoeste del país. En su territorio, en Nuevo México y Arizona, los navajos/diné dicen que cada tejido que tejen tiene que mostrar un error. ¿Por qué? Porque la vida no es perfecta.
Un cuento sobre el desperfecto: en Nuevo México, donde viví en la comunidad de los chicanos, un día escuché un programa de dos viejitos del campo —no sé, ¿campesinos o vaqueros?—. Estaban charlando con sus acentos del siglo XVII y emitiendo música folclórica auténtica. Estaba claro que no eran gente de la radio, sino que eran hombres de la tierra. De repente... ¡el equipo de emisión salió volando desde su mesa por el aire y aterrizó con un ruido como un masivo trueno! Para mí, ese programa marcó mi experiencia como radioescucha, cómico par excellence simplemente porque destacó la imperfección maravillosa del ser humano.
Así es Correo del Sur Radio en este momento de su desarrollo, y por eso estamos teniendo la rara oportunidad de presenciar paso a paso la creación de una emisora. Las voces no siempre son seguras. Las conexiones con l@s entrevistad@s se caen en medio de la discusión. La conferencia de prensa no va a ocurrir ahora, sino en diez minutos, un tiempo largo para la radio que… ¡caramba!, ¡l@s periodistas tienen que llenar!
Pero hay beneficios cuando las cosas no salen como queremos. La mayoría de las radios, como la estimada Panamericana, son tan profesionales que parecen que están fuera de nuestra realidad, mientras que la esencia de Correo del Sur Radio es que es nuestra. Transmite noticias internacionales y nacionales, pero tú y yo somos las gentes locales de las que quieres oír.
La llegada de este tesoro ya es, y va a ser, una contribución importante —y democrática— en nuestra comunidad.
* Chellis Glendinning es escritora y psicóloga.