*Disciplina: comportamiento para mantener el orden.
Son las 8:38 del día 28 de mayo de 2020, nos acercamos a los 70 días de cuarentena en el país. La línea de evolución de la pandemia Covid 19 en el mundo es oblicua casi vertical, en continuo ascenso lineal desde el 20 de marzo; nunca se fracturó ese rumbo. No se detiene la expansión global. En este momento (la fuente que utilizo es Worldometer, porque la encuentro confiable) tenemos 5.818.989 casos y muertos 358.017, la celeridad es notable. Los primeros lugares están en América: EEUU con casi 1.750.000 enfermos y más de 100 mil fallecidos, luego Brasil y Rusia, y así continúan los tristes datos para encontrarnos a Bolivia en el Lugar 62.
El gasto fiscal por covid 19 (%PIB. Producto Interno Bruto) más considerables son de: Japón 21%; Bélgica 19%; Austria 15%, Irán 13%, Estados Unidos 13%; Suecia 12%. Los resultados de esa inversión son observables en los casos de contagio en el mundo: Primer lugar: Estados Unidos. Décimo Primero: Irán. Décimo noveno Bélgica: Vigésimo quito: Suecia. Décimo cuarto: Japón. Décimo cuarto primero: Austria. Quienes invirtieron porcentajes elevados de su PIB tienen cifras muy bajas de mortalidad a excepción de USA, que tuvo un manejo desordenado y poco priorizado en el inicio, y Suecia que no tomo medidas de contención de la pandemia, confiando en su magnífico sistema de salud, esto le costó algo más de 4.300 muertos hasta ahora. Y hay otras naciones en el mundo con características de manejo ligero de esta crisis de salud con consecuencias trágicas.
En Latinoamérica la crisis es explosiva en Brasil, cada día sube el porcentaje de mortalidad, situación que es tomada con bastante ligereza por su paradójico Presidente. Este país es el segundo aquejado por la pandemia en el mundo y el primero en Latinoamérica. Según las predicciones de expertos la expansión es sorprendente, la OPS pidió no flexibilizar las medidas de contención de la pandemia, porque se está acelerando en Sudamérica, lo que es evidente si observamos lo que ocurre con el Brasil, Perú y Chile. América Latina supera los 800 mil casos identificados.
La preocupación inmediata es sin duda lo que ocurre con los vecinos fronterizos de Bolivia. Siguiendo el giro de las manecillas del reloj de modo que el análisis no sea peyorativo (seguiré el siguiente orden: País. N° de Casos. N° de Fallecidos. PIB) Brasil: 414.66; 25.297; 8%. Paraguay: 884; 11; 6%. Argentina: 13.933; 500; 3%. Chile: 82.289; 841; 5%. Perú: 135.905; 3983; 9%. Es posible afirmar que nuestra situación es muy crítica, todos nuestros vecinos presentan mayor afectación de la pandemia mundial.
En Bolivia, nuestras condiciones son lamentables, invertimos el 1% del Producto Interno Bruto en Salud -PIB- (Fuente: Elgin, Columbia University; Basbug, Sungkyunkwan University; Yalaman, Eskişehir Osmangazi University); a lo que se suma la innegable corrupción e incompetencia en el manejo la crisis más notable de las últimas décadas del país. Según Bolivia Segura. Organismo Oficial, hasta el día de ayer teníamos 7.768 casos confirmados; 689 casos recuperados; 280 decesos. Aún con las tremendas limitaciones en el área de salud, nuestras cifras son inferiores a excepción de Paraguay. Mañana el Gobierno Central establecerá las siguientes etapas que cumpliremos los bolivianos en la pandemia. Es curioso e irresponsable el manejo que se hace de los datos. La vez en que se establecieron los niveles de complejidad nos hablaron con un Power Point con gran solemnidad acerca del modo en que se establecen los Niveles de Riesgo Alto, Medio y Moderado por Municipio. Hasta con colores… Nos contaron el N° de Población, el N° de casos, el N° de recuperados y el N° de Muertos. Pero no dijeron nada de los laboratorios existentes por Municipio, las camas de terapia intensiva disponibles, los respiradores de verdad, la capacidad hospitalaria por Municipio, cifras de personal idóneo, equipamiento de bioseguridad disponible, disponibilidad de la medicación necesaria para la atención de los pacientes víctimas de este virus multisistémico. Nos describieron el problema, lo clasificaron, pero no propusieron la metodología aplicable y menos el potencial instrumental, sanitario, y medicinal. ¿Qué clasificación es esa…?. El cálculo de riesgo resulta absurdo e irresponsable, además de engañoso.
En el Departamento de Chuquisaca, los datos frente a los del entorno dramático y triste, son esperanzadores, veinticinco pacientes confirmados, once recuperados y 2 decesos. Pese a la limitada preparación del sistema integral de salud, desarrollado en el Departamento, propiciada y generada principalmente por la gente (desde los profesionales de alto nivel, hasta los funcionarios vitales en cada una de las fases de atención de la salud, y ahora principalmente la hospitalaria), que se desempeña con la mayor y respetable vocación en esta crítica situación. El apoyo limitado por sus posibilidades de las organizaciones regionales y el escaso y casi ausente aporte del Gobierno Central y que hasta comete errores fundamentales, (se ofendió solapadamente a nuestros profesionales) para cubrir el suyo.
La población de Chuquisaca, y de la ciudad de Sucre viene soportando la tortuosa limitación de sus derechos de libre tránsito; derecho consagrado en casi todas nuestras Constituciones Políticas de Bolivia. Hemos aceptado esta situación nada placentera para preservar la vida, la propia y de los demás. Es admirable la disciplina que hemos vivido hasta ahora, es ella quien nos ha llevado a la situación de salud actual frente al virus mortal. Es nuestra única opción continuar con este proceso iniciado hace casi 70 días, no tenemos otra defensa, nuestro sistema de salud es muy débil, no por culpa de nosotros; evidentemente de la descuidada atención que hemos recibido siempre de los Gobiernos en tránsito.
Uno de los aberrantes presidentes que tuvo nuestro país dijo hace algunas décadas, "Bolivia, está al borde del abismo con mi gobierno daremos un paso adelante" no demos ese paso.
Los especialistas señalan que reabrir la actividad de la ciudad y del Departamento sin un modelo epidemiológico transparente y con posibilidades reales de salir adelante (una recomendación onírica es realizar pruebas masivas). En este momento con las alternativas existentes fácilmente se puede rebasar la capacidad hospitalaria y llegar a la crisis total.
Ya aprendimos en este tiempo que tiene esta pandemia a vivir de otro modo, no perdamos este valor que logramos, esperemos un poco, ya nuestros niños poblaran nuestros parques. Esperemos un poco más… y ayudémonos.
Como dice Merkel, el objetivo es lograr la normalización, aunque esta decisión está supeditada a que la evolución de la pandemia lo permita.