Los políticos, son como “aquel estúpido individuo que apagó la vela, para que las pulgas que lo torturaban no pudieran verlo”. Ya lo dijimos, el gobierno del MAS no era otra cosa que la fase final del mismo modelo confundido entre maniobras de uno y otro bando, pero víctima de los mismos y aún mayores males. Ambos servían a los mismos señores visibles e invisibles del poder y el dinero mundial, y por tanto fichas del poder según las circunstancias. Ellos ponían y sacaban sus marionetas, conforme con un sistema electoral manipulado mediante instrumentos tecnológicos acomodados a sus intereses.
En esas circunstancias, llegamos hasta donde nos encontramos, un gobierno transitorio débil, dudosamente constitucional, qué improvisa contactos con el “desplazado” corrupto y fraudulento en contubernio. Cualquiera fuera la calidad del gobierno, tiene la responsabilidad plena de sentar las bases de un nuevo sistema racional, no solo electoral vicioso y corrupto, sino con nuevas, justas y claras reglas del juego. Este desmoronamiento político es el final del estado clásico, una crisis profunda que se pretende resolver con simplemente elecciones generales… (¿?)
Acelerar procesos en esas condiciones es irresponsable, es tratar de pescar en río revuelto. Los grandes problemas requieren grandes soluciones. Basta abrir los ojos para darse cuenta: Crisis política, crisis económica, crisis moral, crisis social, crisis del sistema global, etc. requieren el sentido común de todos. Las teorías y tesis políticas, sociales y económicas están por los suelos. Este final apocalíptico es tan grave, qué en momentos de emergencia mundial, donde ideas y propuestas sobre como salvar las sociedades en que vivimos son la prioridad. Las sociedades están Super-estatizadas, super-monetizadas, concentradas en ciudades, deformadas, enfermas y han colapsado.
En ese estado de situación, tenemos que informarnos, organizarnos, reunirnos y pensar mucho y con franqueza y honradez; ya no tienen peso las fórmulas, las teorías, las ofertas y promesas incumplidas; ha llegado el tiempo de la verdad, de la destrucción como oportunidad de construir un futuro de supervivencia, pero con valores humanos. Un estado faraónico, insostenible, burocrático, enfermo, no puede ser reemplazado por otro similar, es momento de reflexionar y hacer reingeniería política, hay que inventar la transición beneficiosa al nuevo estado, con participación ciudadana real para no caer en un resultado de suma cero o algo peor.
El Pacto NESARA-GESARA 2020 tiene dos versiones que responden a los intereses en conflicto. Los que luchan por mantener el pasado, improvisan y acomodan la agenda 2030 de NN.UU., cuyo tiempo terminó, los atropelló la verdad, la justicia y el despertar de la humanidad. La supresión de los dos grandes ejecutores de sus planes de explotación, es decir los gobiernos y los bancos, que pierden su poder cuando desaparecen los impuestos y los intereses cruzados, campos de acción que están siendo eliminados como veremos. La Alianza de la tierra, plantea: El jubileo de las deudas, hipotecas y tarjetas de crédito. La supresión de los impuestos a la renta. La creación de un solo impuesto y que no alcance a los alimentos y medicinas. Beneficiar a las personas mayores. Declaración de la Ley Constitucional a jueces y abogados como garantía de independencia judicial. Nuevas elecciones generales a nivel mundial en los próximos seis meses. Supresión de financiamiento para elecciones de grupos empresariales y otros intereses. Terminación de la Reserva Federal y los bancos centrales. Erección de la nueva moneda con respaldo en oro y otros activos (criptomoneda). Restauración de la seguridad financiera QFS. Privacidad. Paz mundial fin de las guerras. Liberación de tecnologías ocultas para fines humanitarios.