Si tienes un gran sentido del deber y la justicia, si te gusta proteger a tus semejantes y las tareas relacionadas con la investigación, estudiar para ser policía puede ser una muy buena opción.
El nombre de la Policía siempre se asocia con la seguridad, siendo habitual que muchas personas tengan la idea en su mente de que es una institución fundamental del Estado que se dedica a evitar que se produzcan incidentes, sobre todo, ante manifestaciones y concentraciones. Toda una actividad que requiere de una gran dosis de vocación porque se trabaja para los demás y para la sociedad.
Pero la vocación no sustituye la necesidad de contar con una formación específica para convertirse en policía y atender las diferentes situaciones conflictivas a las que se enfrentan cada día.
La vocación es algo muy importante para llegar a ser policía. Se trata de una profesión en la que se exige estar siempre al servicio de los demás, un gran compromiso con la sociedad y desempeñar el trabajo con una gran dedicación.
Para ser un buen candidato a policía se requiere tener una serie de rasgos psicológicos determinados, una buena formación y una serie de valores y actitudes. Se debe poseer un gran autocontrol para hacer frente a situaciones difíciles, ser tolerante, tener empatía y mostrar interés por los demás. En definitiva, lo que podríamos encajar en una buena definición de “tener vocación”.
Es primordial a la hora de decidirse a prepararse para esta profesión tener claro que vas a adquirir un compromiso firme con la sociedad, y a soportar situaciones que requieren un alto grado de tolerancia al estrés.
Si lo que quieres es dedicar tu vida a ayudar a los demás, defender los valores de la sociedad y luchar por el respeto y la convivencia pacífica de los ciudadanos, esta es tu profesión.
Puede parecer un camino difícil, pero con el esfuerzo, dedicación y una verdadera vocación para esta profesión, puedes conseguir fácilmente el objetivo de ser policía. Se trata de una profesión de riesgo y que conlleva mucha responsabilidad, pero puede traer también mucha satisfacción personal.
Tiene que ser el primero en llegar al lugar de un accidente y dar un diagnóstico de lo más preciso; devolver la respiración, cortar una hemorragia, entablillar una articulación, traer al mundo un bebé y, sobre todo, asegurarse de que una víctima vuelva bien, indemne, a su casa.
El policía es profesional porque ejerce destrezas y habilidades para satisfacer necesidades del grupo al que pertenece; el policía es profesional porque tiene encomendada una misión especial que cumplir: dar la vida si es necesario en aras de la paz social y de la justicia; es profesional porque está dispuesto al servicio de los demás, actuando con carácter público y comprometido jurídicamente ante aquellos a quienes sirven.
Hoy se necesita vocación de servicio para ingresar a la institución. La Policía no debe ser una bolsa de trabajo, debe ser un lugar al que se ingresa sabiendo que se está optando por una forma de vida que te puede llevar a sacrificarte por la sociedad.