Pensé poner signos de interrogación al título, pero creo que vale como afirmación, por lo menos como oportunidad, que en muchas partes del mundo ya es realidad. Participé la semana pasada en un foro virtual de la Organización Internacional de Trabajo sobre Turismo Responsable, Sostenible e Inclusivo Post Covid-19. Fue muy interesante escuchar, después de datos desastrosos de la afectación de la pandemia al sector, lo positivos y motivados que los participantes estaban en cuanto al futuro. Un tema que resaltó para el corto plazo es el turismo local y, sobre todo, de la naturaleza y del campo.
Todos, grandes y chicos, experimentamos la ansiedad para salir de nuestras casas después de un largo tiempo de confinamiento. Adentro estamos con la familia en un ambiente seguro, pero nos da miedo salir a la calle, más aún a pasear o divertirnos. Sin embargo, en muchos lugares ya han superado este temor y ahora la gente toma vacaciones y realiza paseos mayormente fuera de las ciudades, en lugares al aire libre, con poca concentración de personas. Si vas en grupo conocido, seguro, en grupo familiar, es posible quitar ese barbijo sin miedo a contagiarse.
En el foro contaron experiencias de una alta demanda por turismo de aventura, de montaña, caminatas en la naturaleza, visitas a pueblos remotos... Hasta hay ejemplos de hospedajes rurales que han incrementado sus ventas en este año, porque las restricciones y recomendaciones para evitar sitios con aglomeración de gente han hecho direccionar las miradas hacia el campo. Los citadinos aprovechan para conocer los alrededores, que normalmente nunca visitan.
En Sucre ya se está abriendo el Parque Cretácico, un lugar abierto. Y hay tantos otros sitios al aire libre para una escapada segura de un día o más: el área natural El Palmar, con su fauna y flora únicas, una caminata por la cumbre de Chataquila hacia las pinturas rupestres con vista sobre el sinclinal de Maragua y el cañón hacia Potolo, el camino del inca, la serranía del Obispo y Talula, huellas de dinosaurio en el Distrito 8, observación de aves en diferentes sitios, los bosques en Cajamarca y Bramadero, las haciendas históricas, el sendero ecoturístico de Monte Villca en el Distrito 7, los pueblos de Yotala y Ñucchu, y mucho más...
¿Cómo llegar? Existen mapas en las entidades públicas y agencias de turismo. En internet se pueden encontrar guías y las rutas viales a tomar. Algunos sitios tienen señalización rudimentaria y, ahí viene un desafío para las autoridades de mejorar y completarla, no solamente en el sitio, también desde las salidas de la ciudad: ¿Qué atractivos están en la ruta y dónde? Es oportuno gestionar proyectos ante el Programa Intensivo de Empleo ejecutado por el Gobierno y ante otros financiadores que priorizan la reactivación de actividades económicas. Porque estos proyectos generan trabajo a guías, artesanos y obreros locales.
Algunos consejos finales: cuide los sitios y caminos, lleve su basura de vuelta a casa, sea respetuoso con los pobladores que encuentre y la propiedad privada y comunal. Y, muy importante: cuente a los demás qué lindo ha pasado el día afuera y qué impresionantes son los alrededores de Sucre.
Así recargamos nuestras energías y descubrimos, y a la vez reactivamos, el turismo entre nosotros.