En estos tiempos donde cada vez más el mundo virtual se entremezcla con el mundo físico, llegando en ocasiones a desplazarlo, donde hasta los más renuentes a la tecnología se ven obligados a ceder ante ella para superar la barrera del distanciamiento físico, encontramos un sujeto imaginario magnificado. ¿Cómo afectará esto a la interacción humana?
El mundo virtual brinda una oportunidad a la cual es difícil acceder en la comunicación cara a cara. Y es específicamente la puesta en escena del Yo ideal de cada individuo. Un Yo Ideal magnificado y deformado, que intenta dar respuesta a la necesidad de aceptación social del sujeto en una sociedad que lo normaliza y exige.
Es común encontrar en las redes sociales perfiles personales en los cuales se muestran características tan ideales que parecieran irreales. Y es que la presión social y la necesidad de cumplir con las expectativas sociales fuerzan de forma consciente o inconsciente la necesidad de presentar una imagen adecuada al medio social.
En otras palabras, la necesidad de la aceptación social se satisface de modo más sencillo mediante la imagen virtual; sin embargo, esta falsa se derriba una vez se da el encuentro consigo mismo, provocando mayor inconformidad y rechazo a su Yo real.
Hace ya varios años los lingüistas acuñaron el término “Comunicación mediada por ordenadores” para referirse al lenguaje a través de las tecnologías, determinando que este no se regía por las reglas normativas del lenguaje cara a cara o del diferido, sino que era el nacimiento de un nuevo campo del lenguaje con sus respectivas características y particularidades.
Mediante la comunicación puesta en práctica a través de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea, el individuo tiene la posibilidad de crear, formar o en ocasiones deformar su imagen ante la sociedad, mostrando características, aptitudes y cualidades ficticias, ideales y funcionales.
Esta última interrogante es un factor de gran preocupación, ya que esta evasión temporal de la realidad y la falta de habilidades para una correcta adaptación al medio, son factores decisivos al momento de desarrollar o superar una sintomatología depresiva.
¿Qué ocurre entonces con los normativos procesos de adaptación social y la formación de habilidades para el afrontamiento de problemas?
* Es psicólogo.