Del espíritu católico y colonial del MAS

L A CURVA RECTA Agustín Echalar Ascarrunz 06/07/2021
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En días pasados ha estado circulando una historia por de más curiosa, más por quienes la han pregonado que por el hecho en sí. Sucede que hace casi un año y medio, Su Santidad, el papa, al recibir el saludo de año nuevo del cuerpo diplomático le habría dicho, así de pasada, al embajador de Bolivia ante la Santa Sede, que sería bueno que se permita a los refugiados en la embajada de México en La Paz, abandonar el país.

Vayamos por partes, el no extender salvoconductos a quienes habían pedido refugio en la legación mexicana fue sin lugar a dudas un error del Gobierno transitorio. Eso, por distintos motivos, entre otros, los que ahora se reclama al gobierno del MAS, con acciones de ese tipo, no se logra una convivencia pacífica. Por lo demás la privación de libertad es una cosa muy seria y atroz, la prisión preventiva es una aberración en la inmensa mayoría de los casos, y lo que sufrieron los altos funcionarios del Gobierno de Evo, no dejaba de ser una suerte de prisión preventiva, aunque en la Rinconada y con guacamole y burritos.

Dice bien del papa Francisco que se hubiera ocupado de ese tema, como dice bien de él que se hubiera acercado a Palmasola cuando visitó Bolivia en tiempos de Evo Morales, aunque bien valdría saber lo que dijo respecto de los presos políticos que estaban allí, (dicho sea de paso, con menores comodidades que en la embajada de México), imagino que también se ocupó del tema, e imagino que, al respecto, como en relación al entredicho de estos días, el Vaticano no se manifestará.

Lo curioso han sido los aspavientos, primero de nuestro embajador ante la OEA, y luego del canciller Mayta, respecto de la falta de respeto que hubieran tenido ante el Papa las autoridades del anterior Gobierno, cuando este lanzó su “we are not amused”, en guacho, respecto de la situación arriba mencionada. Es curioso porque son altos personeros de un gobierno, que se proclama laico y “descolonizador”. La ironía está completa. Por lo visto, quien entró al Palacio blandiendo una “biblianga”, como dirían en el oriente, resultó teniendo una actitud laica, y de no sumisión a la institución que representa al extremo lo “colonial”.  Y estos caballeritos que son parte de quienes tanto se escandalizaron con ese retrogusto religioso de la presidenta interina, ahora injustamente encarcelada, reclaman por el desaire que se le hubiera proporcionado al más alto jerarca de la Iglesia católica.

Esta pequeña anécdota refleja mucho de los actores políticos actuales, muestra su oportunismo llevado al extremo, su fariseísmo, su disposición para usar los más deleznables argumentos para atacar a quienes consideran sus enemigos y también, no solo su falta de convicciones, sino lo penosas que son algunas de sus banderas.

A estas alturas, toca preguntarles tanto al señor Mayta, como al señor Arce, cuál es su verdadera posición respecto de la Iglesia católica, porque si la respetan tanto, tal vez no deberían ser parte de un gobierno como este.

La sugerencia del papa Francisco, hecha al señor Caballero, era eso, una sugerencia, cargada de sentido común, y hubiera sido bueno que el Gobierno de entonces hubiera tomado nota, y le hubieran hecho caso. Y fue una mala decisión no hacerlo, pero todavía queda preguntarse qué pretenden los denunciantes sacando a relucir este hecho que no es más que una anécdota, que en sí no tuvo ni tiene consecuencia alguna.

Ayuda en realidad a que la opinión pública tome menos en serio las denuncias masistas. Por el otro lado, así como el Papa ha intercedido por la libertad de los altos funcionarios del MAS, cabe preguntarse si lo hará por la injusta detención de la señora Áñez, y del señor Schlink ¿Hará caso a ese eventual pedido el MAS? Vale preguntarse cuan católica es la cúpula del Gobierno.

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