La educación en Bolivia no ha sido y no es de las mejores: ocupa los últimos lugares en el ranking de la Unesco en la gestión 2021. Los estudiantes nacionales lograron un resultado de 662 puntos sobre 1.150, solo superaron a los estudiantes de República Dominicana, Nicaragua y Paraguay. Los estudiantes de Chile obtuvieron 758.2 puntos y los de Costa Rica, 749, siendo los mejores de la región.
Como muestra un estudio de la Unicef, este deficiente desempeño es reconocido por los estudiantes y padres, que perciben como de mala calidad la educación virtual, indicando que las clases virtuales no sirven y no se aprende nada, y que es mejor el retorno a la educación presencial, con los riesgos que ello implique.
Uno entre varios problemas de la educación boliviana es el rechazo sistemático a la innovación tecnológica y a la apertura del conocimiento, siendo más bien conservadora y, actualmente lo es mucho más. Al mismo tiempo se profundizó aún más el problema educativo por la contingencia del covid-19, que afectó a las familias pobres que no tuvieron acceso a la educación virtual por la falta de conexión y de acceso a tecnología.
Muchos padres criticaron la calidad de la educación virtual, que puede tener como causa la falta de conocimiento de herramientas virtuales por parte de los maestros. Sin embargo, muy pocos padres conocen a profundidad la educación virtual y sus ventajas, como son: el poder acceder a una educación más diversificada y a una educación de calidad de países del Primer Mundo a costo cero; y la flexibilidad del ingreso a la hora que requiera el estudiante, pudiendo repasar las veces que desee, saltándose un obstáculo muy antiguo para la adquisición de nuevas destrezas.
La educación virtual permite hacer una comparación de la enseñanza de los estudiantes bolivianos frente a la enseñanza en otros países, siendo un referente e indicador de calidad. Lamentablemente al comparar se constata una gran brecha, por una diversidad de causas muy complejas, que van desde la falta de voluntad para mejorar aún más las capacidades pedagógicas de los maestros, hasta la desmotivación generalizada de alumnos y profesores. Sin embargo, los caminos planteados para solucionar el problema educativo en el país más bien parecen ir en sentido contrario a los planes de desarrollo humano a través de la educación con mayor tendencia en el mundo. Mientras en Finlandia, referente de la mejor educación mundial, se propugna el aprendizaje individualizado de contenidos para el desarrollo de capacidades de demanda mundial ligados a la tecnología y la ingeniería, en Bolivia se está implementando un programa idealista de retorno al Tawantinsuyu. Mientras en España el programa de bachillerato en ciencias sociales plantea la enseñanza básica de economía y finanzas, dos contenidos indispensables para un ciudadano común, en Bolivia se reducen las horas de enseñanza de matemáticas. Mientras en China la mayoría de los niños y jóvenes pasan clases extracurriculares para aprender inglés, en Bolivia se propugna la enseñanza de las lenguas originarias, que, aunque nadie quiere que mueran, es necesario aceptar su reducido uso regional.
Es necesario un cambio de mentalidad generalizado. Para señalar solo una de las ironías de la crisis de la pandemia respecto a la educación, entre 2017 y 2019 fueron entregados equipos Quipus para el uso de los estudiantes, ¡pero no se los dieron durante la emergencia educativa y se prefirió mantener los equipos almacenados!
Finalmente, el sistema educativo nacional debe acomodarse a las innovaciones y adaptarse a las nuevas tecnologías, que ya no son una opción sino una necesidad, en pro del aumento de la productividad del país y de la calidad del recurso humano.
La educación virtual en Bolivia se debe convertir en una herramienta para mejorar los procesos educativos, que brinde una apertura del conocimiento armando una plataforma nacional que acompañe a las clases presenciales, que sea una herramienta para la mejora continua de aquellos estudiantes inquietos y deseosos de aprendizaje para que se preparen y puedan mejorar su nivel.
* Es candidato a Doctor Universidad Autónoma Gabriel Rene Moreno.