“Don’t look up” es la sensación del momento en Netflix. Cumple a cabalidad la narrativa de los tiempos actuales: para hablar de temas serios, hay que hacerlo con humor. Como fan de la Astronomía, la vi precisamente el día que se estrenó. Pero como fan de la misma Astronomía, no me pareció una película relevante. 2 horas y media entre los lugares comunes para llegar a la conclusión evidente: estamos en manos de incompetentes y no hay nada que pueda cambiarlo. Que venga el meteorito.
No me detengo en la película como tal, solo en una frase al inicio. El personaje atribulado de Leonardo Di Caprio dice “¿qué haría Carl Sagan en esta situación?”. Precisamente aquí está el punto de reflexión. Más allá de las sendas críticas a la sociedad del entretenimiento y la relación inversamente proporcional entre tecnología y conocimiento. Esta película podría llamarse Efecto Dunning-Kruger donde el que menos sabe, es el que más opina, donde la libertad de expresión pesa más que la responsabilidad de informar debidamente.
Carl Sagan (1934-1996) fue un astrónomo norteamericano, fue el mayor divulgador científico en una era sin redes sociales. Hay una entrevista que me gusta personalmente, el porqué el cielo es azul, que es una pregunta científica muy buena, pero los adultos, les decimos que no lo sabemos y que mejor se dediquen a un juego, entonces les quitamos a los niños esa curiosidad por saber cómo funcionan las cosas”. Justamente Sagan nos enseña el gran rol de los padres y los profesores en la formación de las sociedades, en Don’t look nos reímos del personaje de Meryl Streep, quien emula a Donald Trump en versión femenina, pero representa a 70 millones de personas que votaron por él (o ella en este caso). Para tener mejores gobernantes, hay que tener mejores alumnos, hay que tener una educación a la altura de las circunstancias y no un vicepresidente que aún no se vacuna, so pretexto, “medicina tradicional”.
Entre todo el hype que ha despertado Don´t look up, la fama del reparto y el histrionismo del guion, se termina perdiendo lo más importante: ¿cómo despertar el espíritu científico en los jóvenes de hoy? Si viste la película, la trama no se trata de un gobierno negacionista, sino de una sociedad (como la nuestra) donde la educación está relegada detrás de otras prioridades. Te pongo varios ejemplos. Mientras los medios le dedican grandes espacios al horóscopo, al color de la ropa interior, a poner a San Antonio de cabeza, y creen que entrevistar a Ramsés es “prioridad informativa”, dejan de lado, el espíritu científico que tanto nos hace falta. Es más fácil humear o “qhoar” el primer viernes de cada mes para atraer prosperidad, que tener un plan de negocios sólido y consistente. Es más fácil creer que la Virgen de Copacabana hará terminar tu relación, que construir vínculos sanos y despojados de todo pensamiento mágico.
La Astronomía, precisamente es una disciplina que te obliga a mirar el cosmos con ese rigor, si ves una roca gigante surcando el firmamento, documentas el origen, probablemente la nube de Oort, y su composición por el color de la misma; pero de ahí, a creer que es un signo para que los nacidos en Escorpio tengan prosperidad este 2022, realmente envenena la mente de una sociedad que necesita despertar a la realidad.
Esto va especialmente a los que hablan de Mercurio retrógrado, que probablemente nunca vieron a Mercurio en un atardecer o los que hablan de Quirón, un objetivo transneptuniano cercano a Plutón. Si realmente, quieren creer en los astros, denle gracias a Júpiter y su campo gravitacional, que realmente previene de los miles de asteroides que pueden colisionar en la Tierra. Por eso, “Don’t look up” tiene un mensaje poderoso en su propio título: mira para arriba, pero no como una metáfora sino un ejercicio literal. Sal en las noches a descubrir a Orión, las Pléyades, a los Canes y a Tauro durante esta época del año. Así descubrirás, justamente lo que Carl Sagan decía, que somos un “pálido punto azul”, el único hogar que siempre hemos conocido.
* Es docente universitario en nuevas tecnologías.