23 otra vez

Monica Briançon Messinger 22/03/2022
PUBLICITE AQUÍ

143 años. 1879. Un año en la historia boliviana que marca a fuego sus páginas históricas. Guerra. Sangre. Héroes y villanos. Bolivia perdió territorio y, claro, autoestima.

Cien años después, en las libretas escolares se podía leer la consigna “El mar nos pertenece por derecho, recuperarlo es un deber”. Desfiles escolares el 23 de marzo eran más que obligatorios. Al igual que los discursos de la autoridad de turno.

Con el nuevo siglo ha desaparecido de la libreta escolar la consigna. Ahora hay otras, en otros lugares, porque este 2022 ha sido declarado por el Gobierno central como el año de la Revolución Cultural para la Despatriarcalización con una Vida Libre de Violencia Contra las Mujeres.

Slogan por de más vacuo porque la Fiscalía reporta 16 feminicidios y 10 infanticidios desde enero. Bolivia es uno de los países de Sudamérica con las peores tasas de violencia sexual y feminicidios. De ahí que esa consigna es tan inútil como inservible fue la bandera de 200 kilómetros desplegada cuando el país quiso llamar la atención del mundo sobre su demanda a Chile de una salida soberana al mar.

Para lo único que sirvió fue para enriquecer a los contrabandistas de tela, y a los confeccionistas informales. Bandera tan ineficaz como las gestiones que hizo Bolivia ante la Corte de La Haya que falló a favor de Chile y rechazó que deba negociar la salida al mar con Bolivia.

Un revés histórico revalidado por el presidente Boric que, al asumir el mando, instó a Bolivia a retomar relaciones diplomáticas, aunque advirtió que Chile “no negocia soberanía”.

Siendo así, ¿para qué insistir en la repetición de cansinas consignas que suenen a lamento? ¿Será que los estrategas piensan que el dolor atrae más que el optimismo?

¿No sería mejor lemas como “Educar con calidad es un derecho para todos”, o “Las chicas codifican”, una de las iniciativas creadas por la Asociación Finlandesa de Software y Negocios Electrónico para aumentar el número de mujeres en la industria del software? ¿O el lema de Austria que dice “Austria, país de la inspiración”? ¿O el de Perú, promocionado en Expo Dubai 2022 con el concepto de “Perú Atemporal”?

Es deseable que los ideólogos a cargo de generar frases y lemas, piensen. Solo eso. Y al pensar puedan emitir mensajes que permitan cohesionar, en torno a una identidad, un legado valioso que resuma la riqueza de la milenaria historia de Bolivia y un presente que podría relievar entusiasmo y progreso para que el mundo, al leer o escuchar esas palabras, las valore como un potente signo distintivo del país, en lugar de ser tremendistas y sentir al 23 de marzo como un bucle estrambótico y fatigante.

* Es periodista.

Compartir:
Más artículos del autor


Lo más leido

1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
Suplementos


    ECOS


    Péndulo Político


    Mi Doctor