Un parque jurásico y mucho MAS

BITÁCORA DEL BÚHO Ruddy Orellana V. 29/05/2022
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No es uno, ni dos, ni tres, ni diez, ni veinte dinos. Es todo un parque jurásico creado y organizado en pro de un sistema dirigencial universitario estatal corrupto.

No se trata de una película de ciencia ficción, pero sí de terror y pingües ganancias.

Asegura increíbles ‘aventuras’ llenas de alegorías, dinero, fraudes, pillería, beneficios, dirigencias, becas, descuentos y mucho MAS.

Se desvela la existencia de 14.598 “dinosaurios” inscritos en la UMSA, de los cuales 7.980 tienen grandes beneficios. Son aplicados estudiantes que se aferran a las aulas por más de 10 años y, en el caso del, ahora exmáximo líder estudiantil, Max Mendoza, más de tres décadas de incansable labor intelectual.

Este joven estudiante de 52 o 54 años cursaba varias carreras desde 1989, reprobó 200 materias y obtuvo cero en más de 100. Como presidente de la Confederación Universitaria Boliviana (CUB), le tocó cobrar un módico salario de Bs 21.870 al mes. Es decir, según indica la denuncia penal en su contra, Max, en los cuatro años que llevaba en el carguito recibió la friolera de 1.849.770 bolivianos.

¡Máxima ganancia, Max!

Según registro del Tribunal Supremo Electoral, Max, también se enroló en junio de 2018 a las filas del Movimiento al Socialismo, es decir, combinaba perfectamente la actividad política con la económica, social, dirigencial e intelectual.

Hace un par de días, el exdirigente de la FUL de la UMSA, Alejandro Mostajo, difundió un video en el que se observa a Max bailando junto a Evo y Eva Copa en la campaña del MAS en 2014.

Para muchos bolivianos que creemos en la democracia y la alternancia, este tema de los dinos no resulta sorprendente, pues desde hace 14 años y más, todavía los vemos pastando en puestos clave del gobierno y en actividades políticas, públicas y privadas que, sin pudor ni reserva, promueven el relanzamiento al poder del tiranosaurio rex, es decir, del rey de los dinosaurios que, pese a las circunstancias adversas, insiste en regresar al parque.

La lógica estructural y cíclica de un partido político yace en su constante renovación de líderes, visiones y misiones. La infinita permanencia de los mandamás en la silla del poder, produce lo que ahora nos toca enterarnos con cierto asombro.

Los pesos y contra pesos deben ser una constante en el Estado y “la cosa pública”. El Gobierno y las instituciones, deben acatarlos al pie de la letra. En este país, desde hace mucho tiempo, esa hermenéutica es una utopía.

La tradición histórica y partidista de Bolivia está llena de dinos. El caudillismo siempre fue la expresión viva de la opresión, la corrupción, la ambición, los intereses personales y la perpetuidad en el poder. Contribuyó a debilitar la institucionalidad democrática y a fortalecer al tirano.

Velociraptor. Criaturas carnívoras y de baja jerarquía, eran cazadoras netas. Atacaban en grupo y podían capturar presas mucho más grandes. Tenían poderosas garras que les servían como herramienta para sostener su caza.

Los velociraptor, en este parque jurásico contemporáneo, son criaturas que responden al llamado del tiranosaurio rex. Veloces, como su nombre lo indica, son los sectores sociales que predicen lo que podría pasar en casos de emergencia. Cazan virtudes, ética, moral, democracia, libertad y ley, y se los devoran enteras.

Nuestra historia, una vez más, nos habla de huestes enardecidas dispuestas a todo para sostener el poder del caudillo.

Triceratops. Era un animal fornido, vigoroso que podía medir hasta nueve metros de largo por cerca de tres metros de alto, dimensiones que lo ubican dentro del grupo de los dinosaurios grandes y capaz de enfrentarse a depredadores como el tiranosaurio.

“Los liberales creían que, gracias al desarrollo de la libre empresa, florecería la sociedad civil y, simultáneamente, la función del Estado se reduciría a la de simple supervisor de la evolución espontánea de la humanidad.

Los marxistas, con mayor optimismo, pensaban que el siglo de la aparición del socialismo sería también el de la desaparición del Estado. Esperanzas y profecías evaporadas: el Estado del siglo XX se ha revelado como una fuerza más poderosa que la de los antiguos imperios y como un amo más terrible que los viejos tiranos y déspotas. Un amo sin rostro, desalmado y que obra no como un demonio sino como una máquina”.

Este fragmento pertenece al ensayo “El ogro filantrópico”, de Octavio Paz. La esencia de este texto desnuda la forma de dominación que se concreta en el Estado que subsidia, asiste y anestesia la pobreza, pero también genera acumulación de capital por medio de la corrupción, financia al partido con fondos públicos y da origen a una degradación moral.

Hoy, en Bolivia, el Estado es un triceratops. Lo tritura todo.

Mamenchisaurus. De esta especie herbívora no se ha podido encontrar un esqueleto fósil completo, pero sí partes de él. Al parecer viajaba en manadas, sobre todo cuando el alimento escaseaba en la zona.

En Bolivia, los mamenchisaurus hablan por sí solos. Aunque no son herbívoros, más bien carnívoros, se desplazan en manadas y van de mamada en mamada. Mamen-chisaurus, la cena está servida.

Lambeosaurus. Estos dinosaurios tenían una dentadura muy característica que les permitía triturar las plantas más duras. Se trataba de varias filas de dientes, podían llegar a alcanzar los 700 dientes.

En este tiempo surrealista, los lambeosaurus son una joya preciada para los que los adiestran. T-rex los ama. Un lambeosario sabe hacer su trabajo: adula, lisonjea, ronronea, repta, cepilla, lame la mano del amo y amarra guatos sin prisa pero sin pausa. Todo esto bajo dos gigantescos paraguas: gobierno y Estado. Mientras estos sean laboratorios de corrupción y acaparen todo el poder, Max Mendoza solo será un botón de muestra.

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