Repujada en una placa metálica pude leer esta conmovedora frase: “Al insigne compañero francés Luis Braille hombre de talla universal. Los Ciegos Mexicanos. México 13 de junio”.
La placa se encuentra al medio de una corona de laureles, hecha del mismo material, y acompaña a la última morada de Louis Braille, junto a una palma metálica y una plaquita que dice “Louis Braille 4 Janvier 1809 – 6 Janvier1852, Inveteur de l’Ecriture des AVEUGLES”.
Para quienes pueden ver con el corazón y escuchar la narración de la vida de este gran pedagogo y creador del sistema que lleva su nombre, hay un par de auriculares que cuentan su historia. Con un poco de tiempo, podrás escuchar la información sobre su vida y cómo es que creó un sistema de lectura y escritura para personas con discapacidad visual.
Conmueve el ejercicio de honor que hicieron los no videntes mexicanos a Braille, conmueve que, en medio de la vorágine parisina, puedas rendir honores a este y otros personajes como Voltaire, Rousseau, Victor Hugo, Marie Curie, Jean Monnet o Alejandro Dumas.
Conmueve el silencio, el respeto y hallar, en medio del panorama funerario, no solo homenajes, sino una biblioteca. Allí, en medio del silencio, puedes detenerte a leer “El Conde de Montecristo”, en una edición de 1867, o “El Principito”, de Antoine de Saint-Exupéry, cuya edición ha cumplido, el 6 de abril, 75 años.
Quienes hemos tenido el placer de leer esta última obra hemos descubierto cientos de frases y enseñanzas. La que más llama la atención y se ha transformado en postales, camisetas deportivas, memes y varios posteos digitales es la frase: “Solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos”.
Releyéndola vino a mi memoria el saludo del psicólogo cochabambino Eduardo Manuel Olivera Moore, emitido el 21 de septiembre, en su perfil de Facebook: “Hoy es primavera y quizás no puedo verla desde el punto de vista de un vidente, sin embargo, puedo disfrutarla a través de mis otros sentidos percibiendo por ejemplo el olor de las rosas, su textura, el cambio de clima. Deseo mandar un abrazo fraterno a todos mis parientes, amig@s y clientes, deseándoles alegría y felicidad en sus corazones”.
Ese es el tipo de primavera, amorosa y delicada, que puede reverdecer en el panorama más oscuro y gris, lleno de esperanza y confianza o lecciones sobre la vida y el amor, dadas por los no videntes mexicanos a su compañero Braille.
Por otro lado, la frase de Saint-Exupéry nos invita a entender que debemos mirar más allá de las apariencias, a valorar las cosas por aquello que en realidad son, y no por lo que parecen.
Y por un momento, en medio de cualquier vorágine donde te encuentres, recuerda que las bondades del corazón humano, de la amistad, de la paz y de otros valores como la libertad son cosas por las que vale la pena luchar.
* Es periodista.